28/04/2020
Imagen: Kaos en la Red
El día de ayer se conoció que 210 trabajadores mineros de la empresa Antamina dieron positivo por coronavirus. Este debe ser todo un récord a nivel mundial y de hecho, sólo en Antamina se registran más casos que en regiones como Puno (69 casos), Apurímac (69), Tacna (71), Madre de Dios (87), Pasco (82), Amazonas (84), Moquegua (94), Cajamarca (141), Huánuco (167), San Martín (176), Cusco (196).
Lo que viene ocurriendo en empresas como Antamina, es una evidencia de los graves riesgos que enfrentan los trabajadores mineros al realizar sus actividades en medio de la pandemia. Lo peor es que el protocolo recientemente aprobado ha sido básicamente acordado entre el Ejecutivo y la Sociedad Nacional de Minería, sin tomar en cuenta a las organizaciones de los trabajadores mineros.
Como informamos, el pasado 15 de abril fue publicado en “El Peruano” la resolución ministerial que aprueba el “Protocolo para la implementación de medidas de prevención y respuesta frente al COVID-19 en el marco de las acciones del traslado de personal de las Unidades Mineras y Unidades de Producción”. Este protocolo es aplicable a los trabajadores y contratistas que laboran en el subsector minero y que se trasladarán desde o hacia las unidades mineras y unidades de producción, en el marco de la emergencia sanitaria declarada por el Gobierno.
Preocupa que en el mencionado protocolo sólo se haga mención a una declaración jurada que los trabajadores y contratistas mineros deben presentar, en la que indican que no tienen síntomas de COVID-19 ni enfermedades crónicas o condiciones de riesgo, y que no han tenido contacto con un paciente con sospecha o diagnosticado. También se mencionan otras medidas que consideramos no garantizan una adecuada protección.
Lo que viene ocurriendo en Antamina y otras empresas mineras es una clara llamada de atención a las autoridades y a las propias empresas. En plena emergencia, la protección a la salud de las personas es lo primero.
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