18/06/2021
El Ingeniero Hidráulico Héctor Andrés Malnero, Docente e Investigador del Departamento de Ingeniería Civil de Orientación Hidráulica (DICH) de la sede Trelew de la Facultad de Ingeniería – UNPSJB afirmó con relación al uso de la cuenca del Sacanana para proyectos mineros que el agua que existe en superficie apta para consumo humano y del ganado podría desaparecer debido a la disminución de los niveles del agua subterránea. “
Fuente: Comunicación UNPSJB Trelew
Malnero se desempeña desde el año 94 en el DICH. En conjunto con otras universidades se llevan adelante dos Especializaciones: una en Contaminación de Aguas Superficiales y otra en Calidad de Aguas Subterráneas. Organizada a partir de la vasta trayectoria del Departamento, prontamente se ofrecerá una Especialización sobre Ingeniería Civil con mención Ambiental.
En la entrevista brindada a U3.0, el programa semanal de radio que la sede Trelew de la UNPSJB emite por Radio Ciudad el especialista explicó en base a estudios y experiencias en el mundo los riesgos de alterar la dinámica de las cuencas.
Mencionó además los problemas de abastecimiento que ya sufrimos debido al cambio climático y advirtió sobre dos realidades: la ausencia de estudios de base y la incapacidad del estado para implementar un sistema de control de la calidad del agua que consumimos.
¿EL FUTURO ES TEXAS? POZOS CON VIGILANCIA MILITAR
“En los proyectos mineros se plantea que se va a utilizar el agua de la cuenca del Sacanana que es una cuenca subterránea, con el principal motivo que el volumen de agua es suficiente y con la excusa de que esa agua no es apta para el consumo humano por la presencia de ciertos iones naturales de acuerdo a lo establecido por el código alimentario argentino.
Esta es una idea totalmente alejada de la realidad – alertó el ingeniero – porque los cursos de aguas superficiales existen en su gran mayoría debido a la presencia justamente del agua subterránea.
La cuenca del Sacanana es una cuenca endorreica que recibe el agua superficial, luego produce un escurrimiento en algunos arroyos de la zona y parte de esa agua va a parar a lo que se denomina el agua subterránea.
El agua superficial está por así decirlo apoyada sobre el agua subterránea. Si yo disminuyo o varío los niveles de agua subterránea lo que va a ocurrir rápidamente es que el agua que hoy está escurriendo superficialmente va a desaparecer infiltrándose en el terreno.
Este es el mecanismo dinámico con el cual el agua se mueve superficialmente. Es decir, el agua que existe en superficie apta para consumo humano y del ganado podría desaparecer debido a la disminución de los niveles del agua subterránea.
Este fenómeno ya se ha visto en distintos lugares donde se ha explotado el agua subterránea de manera intensiva, no solamente en explotaciones mineras. El ejemplo más gráfico que tengo presente es lo que ha ocurrido con el río Bravo en Texas, Nuevo México, EE.UU., donde el abundante agua subterránea de la zona se ha extraído con perforaciones para ser utilizada en la producción agrícola.
Los registros históricos al inicio de la explotación del agua indican que las napas de agua se encontraban a 20 metros de profundidad. Hoy en día las napas de agua están a 400 metros de profundidad, lo que generó el efecto directo sobre el río Bravo, que prácticamente hoy es un río seco. Se ha convertido en un canal abandonado por el que escurre un hilito de agua.
Para hacernos una idea clara de lo que eso representa basta con mencionar que los pozos de donde se extrae el agua están cercados y cuentan con vigilancia militar estricta.
Traigo este ejemplo porque es una región que tiene un clima muy parecido al que tenemos acá en la Patagonia, semidesértico, con condiciones muy similares. El río Bravo era un río caudaloso, comparable con el río Chubut”.
CLIMA EXTREMO Y DÉFICIT DE AGUA
“A este escenario – agregó – hay que sumar el déficit de agua que vamos a tener por el cambio climático. No está muy bien establecido el horizonte temporal, pero los distintos investigadores determinan que sería entre 30 a 50 años más.
Esto está relacionado con que la producción del agua en la Patagonia en general se da en la Cordillera. En particular los ríos que escurren hacia el Atlántico. Más del 95% del agua de la cuenca o que escurre superficialmente por el río se produce en esos lugares y lo que se prevé a través de los modelos climáticos de largo plazo es que va a haber una reducción cercana al 35%.
Esto más allá de los ciclos de crecidas y sequías naturales que se vienen produciendo. Ese mismo modelo climático dice que en las zonas costeras se produciría un aumento de la precipitación, cercano al 30%, que no alcanzaría para cubrir el consumo según los estudios realizados.
Además, analizando los datos del río Chubut hemos detectado que a partir de la década de los 80 se ha producido la aceleración y el acortamiento de los procesos de sequía y de lluvias. Además ha aumentado la intensidad de los fenómenos climáticos, cada vez más extremos con todas las consecuencias que esto trae, entre otras para el abastecimiento de agua a las poblaciones.
Quiere decir que ya no es una predicción, es parte del presente. Yo siento que la imagen del cambio climático es como una pelota de nieve que baja de una loma, ya tomó un cierto volumen, se nos escapó de la mano y ahora crece sin control. No podemos pararlo porque no hay forma de pararlo. La única manera que nos queda es tratar de salvarnos y que no nos atropelle.
Tenemos que tener la inteligencia para adaptarnos a ese cambio y que los efectos colaterales sean los menores posibles. Si no se tiene en cuenta esto vamos a seguir invirtiendo los recursos para tapar agujeros que encima no solucionan el problema. Si no miramos esto con una perspectiva vamos a tener inconvenientes mucho más serios de lo que vivimos hoy”.
“NO ES POSIBLE DIMENSIONAR UN PROYECTO SIN DATOS”
“Estudiar una cuenca subterránea del tamaño de la del Sacanana requiere una inversión muy importante. Estos estudios que se denominan de base y que son encargados por una empresa para un uso ya definido por particulares son sesgados. No es un estudio en el que el estado investiga qué volumen de agua tiene, qué posibilidades de uso tiene: Por el contrario, el objetivo que persigue el estudio es justificar el uso ya determinado”.
“El artículo 13º del proyecto de zonificación minera presentado en noviembre del año pasado por el poder ejecutivo provincial dice respecto de los recursos hídricos que se utilizarán en la explotación que son las mismas empresas las que los tienen que realizar el estudio de búsqueda, identificación y captación. Esto es un problema.
Conceptualmente si yo soy administrador de algo, por ejemplo el agua, tengo que conocer cuáles son mis recursos. Yo no me dedicaría a administrar algo que no sé qué es lo que tengo.
Hay que reconocer que el estado tiene un hueco gigante respecto de esto históricamente. No existe la información y la medición de los caudales sólidos por ejemplo de un río, de las precipitaciones, de las variables que ocurran, para después ser utilizadas en un proyecto.
Lamentablemente el estado no ha realizado los esfuerzos para recabar los datos que se requieren para llevar los proyectos adelante. Esos datos no los tiene que manejar una empresa privada sino que las tiene que manejar el estado con sus cuerpos de profesionales y de medición y con todo lo demás.
Para dar un ejemplo, hoy en día sobre el río Chubut solo se miden los caudales líquidos. No se miden los caudales sólidos, no se mide la calidad del agua, no se mide absolutamente nada más. Necesitamos esa información de base, para saber qué varía.
Cuando se ve involucrado un determinado recurso necesito tener la nube de datos histórica para que facilite los dimensionados y correlacionar con otros datos. Es decir, el proyecto puede ser tan real o tan equivocado de acuerdo a los datos que yo tengo.
En la ingeniería, que es la parte de la ciencia que se dedica al dimensionado de los proyectos estamos acostumbrado a trabajar con la incertidumbre. Pero una cosa es tener un dato y manejar los niveles de incertidumbre, el rango de funcionamiento del dato, hacer un dimensionado y una estimación de un proyecto y otra cosa muy distinta es no tener el dato.
Si alguien sin datos llega a hacer un proyecto, creo que se podría tranquilamente dedicar a otra cosa y no a la ingeniería, que es una ciencia exacta. Sin datos es un invento”.
“EL ESTADO NO TIENE CAPACIDAD DE CONTROL”
“El proyecto de ley menciona la creación de un Centro de Gestión y Monitoreo Ambiental que invitará a los organismos técnicos a sumarse a la tarea con posterioridad. Es una cadena de decisiones desafortunadas.” adelantó.
Voy a poner un ejemplo cercano para que entendamos. Supongamos que queremos controlar la calidad de agua del río Chubut . Actualmente el sistema consiste en sacar una muestra dos veces al año. Yo digo que eso no es suficiente para obtener continuidad con los datos. Después discutimos qué parámetros vamos a medir. Sumamos esas dos dimensiones y ahí nos damos cuenta que mantener en funcionamiento un sistema requiere un esfuerzo monetario de operación y de mantenimiento de equipos.
En este momento es impensado para los organismos del estado, que en muchos casos no tienen dinero ni para poner gasoil a una camioneta y buscar una muestra.
Es decir que estamos totalmente alejados de lo que sería la capacidad de control del estado respecto de los emprendimientos mineros por el impacto que representan.
El otro día nos desayunábamos con que la Municipalidad de Trelew había abierto los pluviales siguiendo teóricamente un protocolo e inutilizó las plantas de potabilización de Puerto Madryn e incluso de Trelew.
Nos damos cuenta que no hay ningún control, no hay ningún aparato que esté midiendo online qué es lo que se está haciendo con una compuerta, qué es lo que se está haciendo con un vertido, qué calidad del vertido estoy tirando y eso que son todos entes oficiales. Ni hablemos de una empresa privada.
La capacidad del estado está totalmente disminuida respecto de lo que sería un sistema de operación y mantenimiento. Pensar en la cantidad de gente capacitada, de equipos y de insumos que harían falta para establecer un sistema de control de un proyecto de envergadura creo que sería una tarea titánica respecto de cómo nos encontramos hoy.
Como siempre digo tendríamos que empezar por algo, aunque sea entrenándonos en un tramo corto del río, supongamos entre Dolavon y el Puerto de Rawson para darnos cuenta cuál es la escala de esfuerzo económico que hace falta para poner en marcha esto.
Lamentablemente eso no está dimensionado y se habla livianamente de los controles. ¿Con qué presupuesto?, pregunto, ¿con qué capacidades?.
Yo estimo que si se ponen en marcha estos sistemas de control no alcanzarían los profesionales de la provincia”, concluyó.
Es un riesgo alterar la cuenca del Sacanana