Bolivia

En Puno advierten que se podría realizar un nuevo “aymarazo” en respaldo a Walter Aduviri

Tras la reclusión en el penal de Yanamayo del gobernador regional de Puno, Walter Aduviri Calisaya por el caso “aymarazo”, gran número de pobladores aimaras y quechuas vienen pernoctando en las afueras de la Corte Superior de Justicia de Puno y movilizándose por las principales arterias de la ciudad Lacustre en rechazo a la sentencia en su contra.

El presidente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur, Edgar Chura manifestó que a esta medida de lucha se han sumado diversas provincias de Puno como: Yunguyo, San Antonio de Putina, Melgar, Azángaro, El Collao, además de los cafetaleros de Carabaya y Sandia quienes están turnándose para realizar las vigilias permanentes.

Según el dirigente se les debe una indemnización de los 42 días de lucha del año 2011 contra el gobierno Peruano, asimismo pidió el cierre del Congreso y una nueva Constitución para que la tierra comunal “sea invendible, intransferible e inconcesionable”.

Por su parte el coordinador de la Asociación Pueblos Originarios Puno, Jorge Calizaya Anco, informó que se tiene que defender el agua, la tierra y el aire, que son las principales fuentes de vida para la supervivencia del ser humano, que están siendo contaminadas con la explotación de minerales. “Nosotros vivimos de un 80% de la agricultura y ganadería”, afirmó.

Cabe indicar que el 5 y 6 de septiembre se tiene previsto un paro regional, y en caso de no tener respuesta continuarán con la medida de lucha, e incluso advirtieron que podría darse un nuevo “aymarazo” y “quechuazo”.

Calizaya señaló que los habitantes aimaras tienen planeado migrar al hermano país Bolivia, si es que no se da un pronunciamiento que permita a Walter Aduviri recuperar su libertad.

Pese a las bajas temperaturas de las noches, a no estar bien alimentados, los manifestantes reiteraron que no desistirán de su lucha pese a ser conscientes de los riegos que pueden sufrir en su salud.

“Basta ya de criminalizar la lucha de los pueblos indígenas, originarios y campesinos por sus derechos, territorios y ambiente” son las frases que arengan los pobladores que respaldan a Walter Aduviri en las vigilias y movilizaciones.

 

Fuente:http://www.noticiasser.pe/puno/en-puno-advierten-que-se-podria-realizar-un-nuevo-aymarazo-en-respaldo-walter-aduviri?fbclid=IwAR1SjH65xQdBv4vrcWYuavkHjygbDQdFQw2mVhR4fV5Ce-H5zXsiCK3WfpI

Colombia

Anglo Gold Ashanti pretende bloquear investigación sobre violencia en territorios en los que hace presencia

La Fundación Forjando Futuros hizo un estudio en el que se presentan las cifras de los títulos mineros que tiene Anglo Gold Ashanti, en relación con el despojo de tierras, el proceso de restitución de las mismas, el asesinato de líderes sociales y la comisión de masacres. Aunque la investigación aclara que de ello no se concluye que la empresa sea culpable por estos hechos, sí debería motivar al Gobierno para que tome medidas respecto a la explotación del subsuelo.

El director de La Fundación Forjando Futuros, Gerardo Vega, denunció que pese a que han sostenido reuniones con Anglo Gold Ashanti, la multinacional ha realizado visitas a las embajadas o agencias de cooperación «buscando que no tengamos apoyo para hacer las investigaciones que hacemos, pero nosotros vamos a continuar en nuestra labor independientemente de todo».

El foco sobre Anglo Gold Ashanti

Según información publicada por las Dos Orillas, 11 grandes empresas son las encargadas mayoritariamente de extraer metales preciosos en Colombia: Gran Colombia Gold Corp., Continental Gold Corp., Miranda Gold, Royal Road Minerals, Libero Copper Corporation, Newrange Gold Corp., Max Resources, Metminco, Atico Mining Corporation y Anglo Gold Ashanti. Gerardo Vega, director de Forjando Futuros, declaró que Anglo Gold tiene 184 títulos de explotación minera, y hay 109 títulos más de empresas con las que tienen alguna relación porque son sus filial o porque comparten miembros de juntas directivas.

Gerardo Vega resaltó que esos municipios donde la empresa tiene títulos mineros hay 18.422 solicitudes de restitución de tierras; además, en esos mismos municipios se han presentado 57 asesinatos de líderes sociales desde 2016. El director de la Fundación manifestó que muchos de estos lugares tienen en común que «son zonas olvidadas, donde hubo presencia del conflicto, actores armados ilegales y que de una u otra forma en medio del conflicto, causó el desplazamiento».

 

Vega aseguró que luego del mapeo y cruce de información, la Fundación no afirma que Anglo Gold Ashanti haya causado estos delitos, «pero sí vemos que estas empresas han aprovechado la situación de violencia para adquirir estos títulos mineros, o para compra y concentración de tierra». El defensor de derechos humanos argumentó que ello se argumenta en la figura de la buena fé exenta de culpa que está en la Ley 1448 DE 2011, que señala que las empresas o personas que compren en lugares donde ha habido conflicto deben investigar suficientemente para saber que el precio que pagan por la tierra es justo.

Asimismo, recordó que también tendrían que estar seguros que quien vende es el verdadero propietario y que no hay hechos de violencia que ocasionan la venta de dichos bienes, en ese sentido, sostuvo que comprar tierras a precios bajos en zonas de conflicto significaba que «tiene una tragedia atrás, que se la quitaron, que a alguien despojaron» y las empresas «si tienen que saber que allá había ocurrido algo». Por esta razón, Vega dijo que el Gobierno debía tomar medidas en relación con la política para la adjudicación de títulos, que impidiera que este tipo de situaciones siguieran pasando.

 

Fuente:https://www.contagioradio.com/anglo-gold-ashanti-bloquear-investigacion/?fbclid=IwAR2_TX65sKgpX-tAaf35OcDqsYrHC34-943twUwF679Y765mJSTXafIVAeI

Perú

Cusco: comunidades campesinas rechazan concesión minera en Pisac

Los dirigentes denuncian que esta medida se ha realizado sin la consulta previa a las comunidades de la zona y resaltaron que la concesión está en pleno corazón del Valle Sagrado de los Incas.

En diciembre de 2017, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) otorgó la concesión minera Huallata de Plata a Esteban Quispe Sikos. Esta concesión, de 100 hectáreas de extensión, está ubicada en Pampallacta (Pisac, Cusco), una zona de cabecera de cuenca y de donde los pobladores se abastecen de agua para el consumo humano y el riego de campos de cultivo en las localidades de Calca, Urubamba y Machu Picchu.

Por ello, las 12 comunidades campesinas del distrito de Pisac se han manifestado en contra de esta concesión minera, ya que temen que en caso se realice actividad extractiva se contamine a las cuatro lagunas de la zona.

Los dirigentes denuncian que esta medida se ha realizado sin la consulta previa a las comunidades de la zona y resaltaron que la concesión está en pleno corazón del Valle Sagrado de los Incas.

 

El presidente de la comisión de regantes, Pascual Chipa, afirmó que la actividad minera podría perjudicar a más de 4,500 agricultores y artesanos.

Esta semana, vence el plazo que dieron los dirigentes de Pisac a las autoridades para anular esta concesión minera. Cuando protestaron a mediados de agosto pasado, señalaron que si esto no se hacía, iban a bloquear el puente Pisac, lo que afectaría a la actividad turística en el Valle Sagrado de Urubamba.

Como explica la abogada Carolina Gamarra Barrantes, la concesión minera es:

«el acto administrativo por el cual el Estado confiere a una persona un derecho real para la exploración y la explotación de recursos minerales dentro de un área de terreno superficial concedido y la propiedad sobre los recursos minerales que se extraigan conforme a lo establecido en la resolución que concede el título de concesión».

Fuente:https://redaccion.lamula.pe/2019/09/04/cusco-comunidades-campesinas-rechazan-concesion-minera-en-pisac/jorgepaucar/?fbclid=IwAR2Huhc-ys8oVpbcOB4GjRrPpCu4N3BokuI3h9q-bTNIJeIKj115jKymYJk

Venezuela

La devastación en el Arco Minero del Orinoco requerirá hasta 200 años para la recuperación de los suelos

Restaurar los ecosistemas amazónicos diezmados por la minería ilegal al sur del país tardará hasta 200 años, estiman ambientalistas. Aunque el costo para la naturaleza es elevado y los recursos no son renovables, el alza en los precios del oro —50 dólares el gramo en el contexto de la crisis económica— desatan la voracidad del extractivismo controlado por el pranato minero y apalancado bajo el decreto presidencial del Arco Minero del Orinoco.

 

Las entrañas de la tierra se estremecen al sur de Venezuela. En uno de los yacimientos de oro ubicado en las cercanías de El Dorado, en el municipio Sifontes del estado Bolívar, un grupo de mineros desprende toneladas de capa vegetal para extraer aluviones de oro apenas visibles en la roca. Un motor hidráulico que dispara chorros de agua a presión rompe el suelo y en cuestión de minutos, metros cúbicos de plantas, nutrientes y pequeños animales son arrastrados por la corriente hasta transformarse en un sedimento arenoso que jamás retorna a su estado original.

 

En la franja de 111.843 kilómetros cuadrados que se extiende desde el río Cuchivero hasta la Sierra del Imataca en el estado Bolívar, atravesando los territorios de Amazonas y Delta Amacuro la explotación ilícita de minerales apalancada por el decreto del Arco Minero del Orinoco amenaza la biodiversidad ecológica del pulmón vegetal más importante del mundo. Lagunas ácidas y contaminadas, bosques arrasados, animales envenenados y suelos degradados son el eco de la devastación que ya se extiende a distintas regiones del país.

De 5 a 10 metros cúbicos de terreno son removidos por 15 o 10 gramos de oro en zonas como El Callao en las que el mineral es más fácil de hallar en vetas—una fuente primaria de procedencia—. En cambio, en Imataca al extremo norte de la región Guayana es más difícil hacerse con el preciado mineral. “En esa zona el oro está diseminado y se necesita extraer hasta una tonelada de terreno por 0.65 gramos de oro. Hay 10.000 mineros trabajando solo en esa zona, haciendo un desastre”, asegura un trabajador vinculado al área de la minería que no quiso ser identificado.

Un monitoreo del proyecto Global Forest Watch junto con la Universidad de Maryland y la Nasa muestra en un mapa interactivo que Venezuela perdió 1,9 millones de hectáreas de bosques entre 2001 y 2018 lo que equivale a 3,4 % de la superficie vegetal amazónica.

 

En el gráfico se apunta con una señalización en rosado que los municipios Guasipati, El Callao, Tumeremo, El Manteco, El Palmar y San Isidro en el estado Bolívar son los más afectados con una disminución de 374.000 hectáreas de cobertura vegetal para el período 2001-2018. En ese orden le siguen Amazonas con 151.000 y Delta Amacuro con 20.000 hectáreas de zona boscosa.

 

Aunque la destrucción de la capa arbórea es atribuible a diversos factores, el mapeo muestra una mayor incidencia de pérdida de vegetación en entidades con enclaves mineros, lo que constata los resultados del monitoreo llevado por el Grupo de Trabajo Socioambiental de la Amazonía Wataniba.

 

El gráfico muestra un incremento del daño forestal asociado a la actividad minera en el estado Bolívar con una pérdida de 141.560 hectáreas de cobertura vegetal para el período 2013-2018.  La institución que desde año 2005 trabaja en la promoción de los derechos de los pueblos indígenas, muestra también en datos los estragos del extractivismo ilegal en el estado Amazonas, donde está prohibida la actividad minera de acuerdo al decreto 269 que entró en vigencia a partir del año 1989.

La violabilidad de la norma se evidencia dentro de algunas áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE), donde se han asentado los buscadores de oro. Hoy día el auge desmesurado de la minería arroja una pérdida de 85.486 hectáreas de bosque biodiverso en Amazonas, seguido de Delta Amacuro con 9.110 hectáreas de zonas vegetales, invadidas por campamentos mineros improvisados en los municipios Casacoima del sector Las Brujas y en el municipio Antonio Díaz.

Contaminación letal a cielo abierto

Los estragos de la destrucción ambiental hacen mella sobre una de las formaciones geológicas más arcaicas del mundo. La selva amazónica venezolana situada al sur del país sobre el escudo guayanés comprende una red de ecosistemas que se extiende por 469.000 km2 y que conecta a los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. El origen de esta área natural colmada de imponentes ríos, bosques y macizos rocosos data de la era precámbrica, uno de los períodos de formación de la tierra más antiguos con 1.700 millones de años de evolución.

 

La importancia de esta zona ancestral y biodiversa, fuente de riquezas y asentamiento de 51 comunidades indígenas, no impidió, sin embargo, que fuera destinada por el Gobierno para fines de explotación mineral con la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco que delimita 111.843 kilómetros cuadrados de territorio para fines extractivistas y comerciales.

El megaproyecto oficializado el 24 de febrero de 2016 bajo el decreto presidencial número 2.248 y publicado en la Gaceta Oficial N.° 40.855, abarca a cuatro grandes áreas. Oro, coltán, diamantes, bauxita, carbón, hierro y tierras raras se diseminan en los cuatros puntos de interés comercial renombrados como: Juana La Avanzadora (área 1; 24.680 kilómetros cuadrados), Manuelita Sáenz (área 2; 17.246 kilómetros cuadrados), Negra Hipólita (área 3; 29.730 kilómetros cuadrados), Josefa Camejo (área 4; 40.149 kilómetros cuadrados).

Un total de 150 empresas nacionales y extranjeras fueron convocadas por el Ejecutivo para invertir en los proyectos extractivistas, sin embargo, con solo 18 —según muestra el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico en su página web— se establecieron alianzas comerciales. De las filiales que están en suelo venezolano 2 son palestinas, 2 turcas, 1 canadiense y el resto son empresas nacionales mixtas que intervendrán el territorio por un período de hasta 20 años.

Aunque el daño causado por la minería no es cuantificable en términos absolutos puede ser identificado según las modalidades de extracción que se aplican en distintas zonas.  Un especialista vinculado al área de la ingeniería que prefirió no ser identificado, explicó que la explotación de recursos que contamina los suelos, el aire y el agua es más acentuado en yacimientos donde se practica la minería aurífera a cielo abierto.

 

La fuente explicó que, a diferencia de la minería artesanal practicada por las comunidades indígenas con palas y picos, la minería a cielo abierto —en la que interviene gran número de personas— es una modalidad que utiliza chorros de agua a presión para perforar el suelo y mercurio para amalgamar el oro con el fin de separarlo de la roca.

“Al obtener el oro queman con un soplete todo el mercurio. Eso se transforma en un gas tóxico que contamina el ambiente y se acumula en animales, personas, cuencas y ecosistemas”.

Aunque una campana de emisión de gases podría atenuar los efectos del mercurio en el ambiente haciéndolo apto para su reutilización, la fuente asegura que al Gobierno no le interesa invertir en los equipos necesarios para evitar la contaminación pues prefiere mantener todo a bajo a costo para satisfacer los intereses de altos personeros vinculados al sector oficialista.

Además de los yacimientos a cielo abierto, existe la minería industrial, otra modalidad del extractivismo practicada por grandes empresas que usan cianuro, maquinaria pesada o explosivos. La revista digital especializada en ecología, Explora, reseña en su primera edición especial del año 2018 que este tipo de minería se ejecuta mediante galerías; túneles de 5 a 10 metros de diámetro y hasta 600 metros de profundidad, abiertos con perforaciones y detonaciones controladas.

Suelos expuestos a la minería: territorios en ruina

En algunas zonas de El Callao, uno de los municipios con mayor actividad minera, la existencia de desniveles rompe la armonía del paisaje. A pocos kilómetros de un enclave minero a lo largo y ancho de una amplia llanura se extiende un incipiente herbazal sin plantas ni árboles. Se trata de una zona recuperada tras ser devastada por la minería.

Los intentos del Gobierno por devolverle a los paisajes de Guayana parte de su vitalidad han sido en vano. El plan de cierre de minas que contempla el retiro de los equipos y los campamentos mineros de las zonas afectadas no se ha hecho de forma eficiente. La fuente asegura que lo suelos de la Amazonia arrasados por el uso de maquinarias y químicos difícilmente podrán reponerse, aunque sean rellenados con el material removido aún rico en nutrientes.

“Los planes de restauración tienen éxito en ecosistemas que no están expuestos a elementos sulfúricos como es el caso de Guayana donde apenas podrían sobrevivir algunos pequeños microorganismos y plantas herbáceas. La devastación requerirá hasta 200 años y millones de dólares de inversión”.

Los suelos del escudo guayanés—advirtió— tienen poca capacidad de recuperación debido a su naturaleza ácida. Son tierras frágiles expuestas a la pirita, la plata y la calcopirita. La acidez de sus componentes hace que la adaptación a la vida en sus ecosistemas sea de muy lento desarrollo.

 

Fuente:http://www.ecopoliticavenezuela.org/2019/09/05/la-devastacion-en-el-arco-minero-del-orinoco-requerira-hasta-200-anos-para-la-recuperacion-de-los-suelos/?fbclid=IwAR1_s9C1e9R1D0_f-jp8hEbx8IHmV2QHZgEKT1ARy3yHZNXE12Cq_pTNtDw

Brasil

Renova estaría ‘terminando’ el tratamiento médico por el golpe a la presa de Samarco

Después de casi cuatro años, las víctimas con contaminación corporal comprobada luchan por obtener consultas

Hace más de un año, Brasil de Fato informó la contaminación de once afectados por la presa Samarco en Barra Longa (MG) con altos niveles de metales pesados ​​(como níquel y arsénico) en la sangre . Todavía en 2018, estábamos hablando de la dificultad de acceso a la atención médica que afectaba a las víctimas . Hasta ahora, parece que nada ha cambiado.

«Siento que mis días están contados»

La pequeña Sofía, que tenía 10 meses en noviembre de 2015, cuando la presa de Fundão se derrumbó en la ciudad de Mariana y golpeó su hogar en Barra Longa, ahora tiene 4 años. Ella lucha desde el bebé con problemas para respirar, llagas en la piel, alergias, fiebre, diarrea, picazón. Según Simone, su madre, el dolor que solía tener en la pierna se le subió a la cabeza y es tan intenso que la marea. Sofía toma altas dosis de corticosteroides, usa antipiréticos, usa una bomba y tendrá que empañarse constantemente.

Según el último examen del niño, cuyo resultado fue lanzado hace un mes, el nivel de contaminación corporal ha aumentado.

Simone, además de ser uno de los otros cuatro miembros de la familia con salud de metales pesados, está cansada física y psicológicamente. Ella dice que no puede «aguantar más» el abandono de la Fundación Renova [una empresa creada por Samarco para reparar el daño causado a las víctimas], y dice que la organización quiere vencer a los afectados «por la muerte». «Si la persona muere, es más fácil para ellos. El gasto es menor. No sé cuánto tiempo puedo resistir, siento que mis días están contados», dice.

Ella dice que por cada consulta o examen que Sofía tiene que hacer es necesario tener una pelea agotadora con Renova, a veces incluso involucrando al Ministerio Público.

«Nos quedamos hasta el último segundo sin saber si habrá un examen, si Renova pagará, nos envuelven hasta el final. Otro día que estuvieron libres fue tarde en la noche. Tuve que ir con Sofía a otra ciudad al amanecer para llegar en la consulta de la mañana. Llegamos y todo estaba cerrado, no había nada para ella para comer, ni leche para beber. En estos mi presión aumenta, llega a 22 «, dice Simone.

Aline Pacheco, psicóloga del asesor técnico independiente que acompaña a las víctimas (Asociación Estatal de Defensa Ambiental y Social – AEDAS), explica que ni siquiera las solicitudes de procedimientos son simples. Más bien, depende del personal hacer una carta y reiterarla cuando sea necesario. «No es solo el golpe ir allí y solicitar, como debería ser y estaba despierto. Tenemos que hacer una base técnica completa para que se nos considere el derecho a la salud. Parece que hacen todo lo posible por cansarse, por las familias enfermas que ya están enfermas». «Esto elimina la legitimidad de la lucha de los afectados», señala.

El psicólogo deja en claro que Sofía y Simone son parte de solo una de las muchas familias afectadas. «Son muchos niños, mucha gente. Es una ciudad entera [Barra Longa] que se pregunta si ciertos síntomas se refieren a metales pesados ​​o no, queriendo entender. Y hubo un cambio completo en las formas de vida, la dieta, los lazos. Por supuesto reflexiona sobre la salud de la población «, dice.

Dificultad del SUS

El Gobierno de Minas Gerais aún no ha establecido protocolos de salud para los afectados por represas en el Sistema Único de Salud (SUS). Esto proporcionaría a los centros de atención primaria de salud en todo el estado, por ejemplo, una mayor agilidad y la capacidad de tratar con orientación específica de la víctima, como qué pruebas tomar, o qué tipo de evaluación médica profesional y el paciente necesita.

Posicionamiento

Por medio de una nota, la Fundación Renova declaró que «complementa» al municipio de Barra Longa con 20 profesionales que trabajan en el SUS y en el Sistema Unificado de Asistencia Social (Sua). “La Fundación Renova también ofrece una ambulancia y dos vehículos para ayudar a los afectados que necesitan viajar para recibir atención fuera de la ciudad. En Mariana y Barra Longa, 60 profesionales (médicos y enfermeras) trabajan para fortalecer el servicio de salud pública ”.

 

Fuente:https://www.brasildefato.com.br/2019/08/30/renova-estaria-enrolando-tratamento-medico-para-atingidos-por-barragem-da-samarco/

Chile

Se inician alegatos por sondajes ilegales de mineras en Valle del Huasco

Este próximo viernes 6 de septiembre de 2019 se llevaran a cabo los alegatos por el recurso de protección interpuesto contra Nueva Unión SPA por sus sondajes ilegales en toda la cuenca del Río Huasco, y en contra del Servicio de Evaluación de Ambiental quien permitió que esto sucediera.

Cabe recordar que este proyecto pertenece a dos de las TRASNACIONALES CRIMINALES en el mundo: Newmont (que compró Goldcorp) y Teck; y une a dos iniciativas de PROYECTOS RECHAZADOS ANTERIORMENTE COMO LO ES EL MORRO Y EL RELINCHO. Es un megacomplejo minero que pretende instalarse en toda la provincia de Huasco, interviniéndola fuertemente de cordillera a mar, amenazando todos los componentes del ecosistema y sus comunidades.

Entre otras cosas, propone dejar un relave de más de 2.000 HECTÁREAS, 4 BOTADEROS DE ESTÉRILES contaminantes y uno de ellos a tan solo 6 kilómetros de las lagunas huascoaltinas, destruir y sacar más de 40 hectáreas de vegas altoandinas en Quebrada Larga, naciente del Río Tránsito, amenazando afectar ecosistema glaciar y más de 350 vestigios arqueológicos, y cómo si fuera poco, contaminar el río Huasco directamente a la altura de Maitencillo, Freirina donde pretende que un mineraloducto de más de 100 km de extención atraviese bajo el río para llegar así al puerto Huasco.

Este recurso de protección en específico, se interpuso por el Movimiento Socioambiental del Valle del Huasco y la Coordinadora por la Vida del Valle del Huasco, en forma de 88 habitantes de toda la cuenca y dos comunidades diaguitas, quienes tras enterarse de los sondajes de Nueva Unión en medio del Río Huasco en la Comuna de Freirina, comenzaron a investigar la situación completa de los sondajes de la empresa encontrándose con la sorpresa que a la fecha se han realizado MÁS DE 193 en toda la provincia y sin que la empresa haya ingresado al Sistema de Evaluación Ambiental tal como estipula la ley para cuando son más de 40 sondajes en esta zona del país; y cómo correspondía también al estar la posibilidad de provocar daños significativos en una serie de componentes ambientales tras la realización de los sondajes.

La situación reviste tal gravedad que la Corte de Apelaciones aceptó la orden de no innovar solicitada por estas organizaciones, ordenándose el cese de todos los sondajes en toda la cuenca el río Huasco el pasado 6 de junio, razón por la cual hasta la fecha están detenidos.

Tanto la coordinadora por la Vida del Valle del Huasco como el Movimiento socioambiental del Valle del Huasco, esperan ilegalidad de los sondajes emprendidas por Nueva Unión sean ratificados por la justicia, y que todo esto colabore en seguir demostrando que la megaminería en el valle del Huasco no es posible, menos en el contexto de emergencia mundial actual y cuando gran parte del territorio nacional es aquejado por una aguda sequía que sólo se proyecta en avanzar, producto de un modelo económico que entrega ríos y con ello territorios completos al sacrificio.

Fuente:https://www.radiodelmar.cl/2019/09/se-inician-alegatos-por-sondajes-ilegales-de-mineras-en-valle-del-huasco/?fbclid=IwAR2Shi_eK_sdFg7ysNWEM_8WmOyyYzqBIX60xMaZdHtqYXbIPAFCVGFYups

Mexico

Salaverna, el pueblo que no quiere morir: una experiencia de megaminería a cielo abierto

El conflicto minero de Salaverna, Zacatecas, es paradigmático y emblemático para México. Una comunidad que a pesar de no tener un régimen de propiedad ejidal ha logrado frenar por más de 10 años el proyecto de cambio de uso de suelo de la actual explotación subterránea que realiza la empresa Frisco-Tayahua del magnate Carlos Slim desde 1998 y evitar que se explote a cielo abierto un yacimiento de cobre ubicado debajo de las casas de la población. Este estudio de caso analiza la manera en que se pone en tensión el dilema del desarrollo como promesa y la realidad trágica de una comunidad golpeada por el despojo y el desplazamiento forzado. Devela las condiciones de pobreza en que vive el municipio de Mazapil y considera el panorama del conflicto, incluso con respecto al uso de la fuerza pública para tratar de desalojar a la población en resistencia. El objetivo es visibilizar esta experiencia a través de un repaso histórico inscrito en el pensamiento crítico y tomando como parámetro orientador la investigación acción participativa.

Introducción

En México, la venta del territorio al capital privado derivado de las reformas legislativas de los años noventa[3] y el viraje al neoliberalismo como política económica, abrió paso a la configuración de un nuevo boom minero. El Estado-nación quedó subordinado a los intereses de una oligarquía nacional y a los capitales extractivos trasnacionales, como se corroboró en el año 2015, en que las empresas canadienses tenían el control del 77% de los proyectos de exploración, así como del 60% de los que estaban en desarrollo, mientras las mineras mexicanas manejaban el 56% de los 270 proyectos en operación (Geocomunes, 2016).

Hoy en día, la minería es un componente fundamental para el dominio imperial del capital. En pleno siglo XXI, en los umbrales de una crisis civilizatoria, el espacio geopolítico de América Latina es marcado como territorio minero y espacio colonial periférico (Machado, 2014: 165-167) y México, específicamente Salaverna da cuenta de ello.

Desde la colonia hasta la actualidad, el estado de Zacatecas ha tenido vital importancia para el mercado minero nacional e internacional. En el año 2017 aportó el 19.31% del valor total de la producción nacional de minerales, ubicándose en la segunda posición (SE, 2016). De acuerdo con el Colectivo Geocomunes (2018), existen 2 mil 296 títulos de concesiones en Zacatecas, que ocupan 1, 803,200 ha, y que a su vez representan el 24% de la superficie del estado.

En ese sentido, el objetivo de este artículo es dar cuenta de cómo ha venido operando el modelo extractivo minero en Zacatecas, concretamente en Salaverna, una comunidad del municipio de Mazapil que se mantiene en resistencia frente a la minera Frisco-Tayahua de Carlos Slim, el hombre más rico del país, que tiene la intención de hacer un cambio en el uso de suelo y explotar por 10 años y a cielo abierto un yacimiento de cobre catódico con 99% de pureza (Frisco Tayahua, 2009).

El análisis aquí planteado demuestra que la minería no ha generado mejores condiciones de vida ni para la comunidad ni para el municipio; por el contrario, ha generado división y la destrucción de gran parte del poblado que se aferra a no morir. Por lo tanto, este trabajo se desarrolla en el campo del pensamiento crítico, en el desarrollo histórico que da cuenta de la experiencia de resistencia de la comunidad de Salaverna frente a la minera que implicó, entre otras cosas, el despojo y desplazamiento forzado; de ésta forma es como se ha definido la correlación de fuerzas. La pertinencia y urgencia de analizar el extractivismo minero en el ámbito local zacatecano justifican los estudios académicos y periodísticos enfocados en dicha problemática.

La metodología empleada para la presente investigación se enmarca en el enfoque cualitativo, ante el interés de entender la realidad que vivían las personas en resistencia desde sus historias y sus interpretaciones de la realidad social más que por la cuantificación de los hechos, poniendo énfasis en cómo resienten los actores locales estas problemáticas.

Se tomaron como referencia aportes proporcionados por la Investigación-Acción-Participación (Carr y Jemmis, 1988: 11-68; Lewin, 1992: 13-26; Latorre, 2005: 23-104). Dicha perspectiva acompaña la concepción de que toda persona es productora de conocimiento y que se pueden generar trasformaciones sociales en el contexto local. Parte de las técnicas para la recogida de datos incluyeron entrevistas colectivas e individuales, así como talleres temáticos de preocupación colectiva, el acompañamiento a la comunidad en el proceso de organización, visibilización mediática, investigación histórica y proceso jurídico en el periodo 2013- 2018.

A la fecha, múltiples trabajos académicos, periodísticos y sociales (por ejemplo, Bartra, 2016; Revista Proceso. 2013; Periódico La Jornada, 2017; Guzmán, 2016; Garibay, 2010; Garibay et al. 2014; Panico yGaribay,2011; Panico, 2018) denuncian los impactos del extractivismo en la región de Mazapil. Estos trabajos critican la dinámica política y las agencias gubernamentales que facilitan la inserción de las grandes compañías mineras nacionales y extranjeras en el territorio zacatecano. Estas empresas, al extraer los recursos minerales del subsuelo, dejan una huella económica, social, política, cultural y ambiental en los lugares donde se instalan. Aunque se requiere de un análisis más amplio, se ha observado que la denuncia pública no es un impedimento para que las mineras sigan operando bajo sus condiciones y sus reglas, además de que el tema de los actores sociales ha quedado ausente en estos trabajos.

Y aunque son diversos los enfoques por interpretar el tema en la región, ninguno aborda de forma concreta el proceso de la resistencia en Salaverna; la mayoría aborda el caso de forma general. Este texto pretende un análisis desde la investigación académica, pero también desde el acompañamiento activo y participativo en la resistencia; permite dar voz sobre el proceso de despojo para la acumulación capitalista con información concreta de la problemática a los actores que resisten.

 

Entre la promesa de desarrollo y la cruda realidad de la pobreza

Con más de 10 años frenando el proceso expansivo de la minería subterránea a minería cielo abierto, la experiencia de Salaverna en Mazapil, que incluye a las comunidades de Las Majadas y Santa Olaya, se ha convertido en un caso emblemático y a la vez paradigmático debido a que no tiene una estructura de gobernanza de base ejidal que permite una defensa jurídica más amplia del territorio, además de una correlación de fuerza sumamente desigual respecto a la empresa Frisco-Tayahua.

La minería se ha naturalizado en el imaginario regional. Los actores hegemónicos (Estado-empresas) la exaltan sin cuestionar seriamente sus implicaciones sociales, ambientales, económicas, culturales y de salud. La minería es promovida por la tendencia dominante como una oferta para generar progreso y desarrollo, pero se puede constatar que a pesar de que la oficialidad del poder y el sector empresarial presuman el territorio por su potencial minero desde una lógica donde la minería se interpreta como la base para el bienestar y el confort, sinónimo de modernidad (Machado, 2014:54), la realidad muestra la articulación de distintos conflictos eco-territoriales.

Desde esa perspectiva, la ofensiva neocolonial expresada en el nuevo boom minero ha generado la articulación de distintos conflictos[4] cuyas aristas incluyen la violación a los derechos humanos, la destrucción de territorios, la depredación de bienes naturales, el debilitamiento de la organización comunitaria, la pérdida de identidad y de vida tradicional histórica con arraigo a la tierra, diversas formas de daño a la salud humana y contaminación al medioambiente, el exterminio de los mantos acuíferos y en suma, la invisibilización y negación de otras formas de vida, distintas a la impuesta por la tendencia dominante del capital.

Cabe mencionar que para extraer dichos metales se requiere separarlos de la roca y esto implica utilizar sustancias químicas como cianuro, mercurio y ácido sulfúrico. Además, se usan disolventes, gasolina y diésel en grandes cantidades; estas sustancias son causa de graves daños porque envenenan aquello que está a su alcance (Núñez, 2016).

Del mismo modo, hay que señalar que la violencia es una constante en los procesos de despojo para la acumulación (Rodríguez, 2017: 43) en un marco donde el modelo extractivo minero se ha profundizado debido a la rentabilidad que genera en la coyuntura del capitalismo contemporáneo, violencia que se manifiesta de múltiples maneras (Gudynas, 2013).

También las desigualdades se van acrecentando conforme avanza la minería en los territorios; en el municipio de Mazapil se observa en las concesiones y el despojo de las tierras y la violación a los derechos humanos. Tómese en cuenta que la relación capital-comunidad se caracteriza por una acumulación de capital proporcional al detrimento económico, social y ambiental de la comunidad en la que se establece. Se plantea a continuación que la operación es simple: a mayor ganancia para la minera, mayor pobreza para Salaverna.

Mazapil aportó el 8.7% del valor de la producción total de minerales a nivel nacional en el año 2016 (SE), lo que se traduce en 59 mil 867 millones de pesos. Además, la propia Secretaría de Economía ha otorgado 402 concesiones en el municipio, de las cuales 67 pertenecen a la minera Tayahua SA de CV de capital nacional, que opera la mina de Salaverna desde 1998 de forma subterránea y extrae 5 mil toneladas de material al día (Geocomunes, 2018).

En este contexto, existen filiales y particulares que forman parte de las gigantes trasnacionales. El caso de la Minera Peñasquito SA de CV, filial del grupo Goldcorp Inc. es particular debido a que es la mina de oro más grande en México a cielo abierto, que consta de dos tajos en 50 mil 115 ha. La minera extrae 130 mil toneladas de material al día y contribuye con el 33% del total de los ingresos del corporativo (Geocomunes, 2018).

En contraparte, en Mazapil viven 17 mil 813 habitantes, y de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2015: 1-2) es el cuarto municipio con mayor población en situación de pobreza extrema con el 12.9%, y aproximadamente el 63% en condición de pobreza.

 

Para dar mayor sustento a la tesis de que la minería no ha llevado desarrollo y progreso para Mazapil, encontramos también los siguientes datos oficiales obtenidos del CONEVAL (2015: 1-2): el 44.6% de las personas que viven en el municipio no dispone de agua entubada a la red pública y 36% de la población no dispone de drenaje; en cuanto a educación, la población de 15 años y más que carece de educación básica completa es el 61%, además el 40% de la población se encuentra sin derechohabiencia a servicios de salud y el indicador de pobreza y vulnerabilidad es del 72.2% (CONEVAL, 2015: 1-2).

Como se puede observar, los indicadores de bienestar se conectan para dar forma a una situación donde persisten altos niveles de pobreza, informalidad laboral, falta de acceso a servicios y rezago educativo, laboral, falta de acceso a la salud y vulnerabilidad. Todo ello fomenta la desigualdad socioeconómica para las comunidades. La actividad extractiva minera se caracteriza por la poca o nula importancia dada a las consecuencias negativas que provoca en los poblados circundantes, dando lugar a una ley: a mayor miseria para el poblado, mayor ganancia para la empresa[5]. Mazapil puede considerarse por esta conjunción de factores como uno de los municipios más marginados de la República Mexicana. Dicha situación nos aproxima a la realidad que se vive hoy en día en América Latina.

 

La experiencia de la resistencia en Salaverna ante la megaminería a cielo abierto

El conflicto entre los posesionarios de Salaverna y la minera Frisco-Tayahua representa un fenómeno que se reproduce a escala mundial; las relaciones entre el capital y las comunidades se repiten siguiendo un patrón similar a lo largo de la historia: despojo de asentamientos humanos para la expansión capitalista, como lo planteaba Marx (1980 [1867]: 126-169).

Una fracción de la población encabezado por Don Roberto (Roberto de la Rosa) se niega a ceder ante los designios del magnate Carlos Slim. A pesar del panorama, hemos podido constatar que las estrategias de organización, de vinculación y las acciones jurídicas empleadas han dado resultados y son referentes para otras luchas territoriales en el estado, como ocurre hoy día en municipios como Chalchihuites y Jiménez del Teul, también en Zacatecas, en donde existe oposición a la entrada de megaproyectos extractivos.

El Gobierno en sus tres niveles ha intentado invisibilizar e incluso desaparecer de la historia la presencia de Salaverna, con el propósito de favorecer la expansión de la minera y el cambio de uso de suelo y explotar el yacimiento a cielo abierto. Al respecto, la investigación en el Archivo Histórico Marqués de Aguayo de Mazapil, ubicado en el museo histórico del mismo municipio, dio como resultado conocer elquinto censo poblacional realizado en 1930, que escondía una prueba irrefutable de la existencia previa de la comunidad: un hombre de 72 años que nació y vivió en Salaverna; es decir que mínimamente, la comunidad existe desde 1857 (Rodríguez, 2017: 58), época en la cual se fue articulando una forma de vida campesina que se combinaba con actividades mineras.

La mina Tayahua empieza a operar en 1972 y posteriormente en 1998 fue adquirida por Slim para denominarse como “Frisco-Tayahua” (Minera Frisco-Tayahua, 2011). Según el colectivo Geocomunes (2017) este proyecto es el séptimo más importante a nivel nacional por la extracción de cobre. La relevancia del yacimiento da pie en específico al proyecto Calcocita-Salaverna (2009), ubicado debajo de la comunidad y para cuya explotación es necesario el cambio de uso de suelo de mina subterránea a mina a cielo abierto, lo que implica el despojo de tierras e incluye el desplazamiento forzado de los habitantes.

 

El proyecto plantea una vida útil de 10 años y pretende extraer 10 mil toneladas diarias de material procesable y 25 mil toneladas de material rocoso estéril para obtener diariamente 42 toneladas de cobre catódico con 99.99% de pureza, con una inversión de 45 millones de dólares (Frisco-Tayahua, 2009). En febrero de 2015, la libra de cobre se cotizaba en 2.80 dólares, lo que representa que si diario se procesan 92 mil 568 libras, Frisco estaría obteniendo 259 mil 190 dólares al día, y en diez años sumarían un estimado de 946 millones de dólares, contando únicamente el cobre y tomando en cuenta que los precios pueden variar constantemente.

A las comunidades se les sigue imponiendo, desde la colonialidad, la idea del desarrollo y progreso a través de la promesa de generación de empleos y derrama económica. Bartra (2016: 56) ejemplifica dicha aseveración (que puede ser aplicable en Salaverna a la situación de don Lalo y don Beto) cuando retoma el caso de Filemón y Baucis, escrito por F.W. Goethe en su obra Fausto relativo a los mecanismos del despojo: La pareja de edad avanzada se opone a los deseos de Fausto y se niega a ser reubicada, mostrando que los métodos de apropiación de la propiedad privada desde el siglo diecinueve no han cambiado mucho. Más bien dichos métodos se reactualizan de manera recurrente, bajo la promesa para las comunidades, nunca cumplida, de un paraíso en vida por parte del capital.

Esta información nos aproxima a la realidad de América Latina, en donde las clases altasque poseen los medios de producción, ya sean nacionales o internacionales están acabando con la vida rural.Esta situación no extraña al reflexionar sobre la idea de Roux (2016: 74), cuando menciona que no se está ante un retorno a la acumulación originaria, sino en la visibilización de un proceso permanente que forma parte y acompaña siempre al proceso de la acumulación capitalista.

Bajo esa perspectiva, el conflicto entre la minera y la comunidad inició formalmente en el 2007, cuando los habitantes, preocupados por los rumores de que la mina bajo sus pies cambiaría para ser como la de Peñasquito, comenzaron a reunirse y es así que solicitaron el registro de sus tierras para ser reconocidas como ejido al Tribunal Agrario de Zacatecas. Para el año 2008 llegó al poblado la maquinaria especializada que sería utilizada para la extracción a cielo abierto, causando incertidumbre en la población.

En el 2010 se consolidó la “Asociación de Posesionarios de Majadas, Santa Olaya y Salaverna”; en el mismo año la Secretaría de Economía otorgó la concesión a Tayahua SA de CV por el polígono de 3 mil 584 hectáreas. También en el mismo año, la empresa anuncia la reubicación de la población a un nuevo complejo habitacional llamado “Nuevo Salaverna”, ofreciendo a cambio una casa en comodato, 15 mil pesos y trabajo en la mina.

Algunas personas aceptaron la oferta. Fueron distintas las motivaciones para dejar su pueblo. Los psicólogos y sociólogos utilizados por la empresa les dijeron que tendrían mejores condiciones de vida y que se unieran al progreso, y así comenzó el desplazamiento. Al desalojar las viviendas, una a una eran demolidas a punta de marro por personas contratadas por Frisco en cuanto firmaban el contrato: sin decir más o dar oportunidad para sacar sus pertenencias comenzaba la demolición. Por tal motivo, en junio de ese año, se realizó la última fiesta patronal del Sagrado Corazón, tradición que había perdurado más de 100 años en Salaverna.

Para el 6 de diciembre del año 2012, a las 7:30 am, un barreno dentro de la mina provocó el hundimiento de una zona del poblado, generando pánico en las personas que vivían cerca; por ello, un segundo grupo de personas aceptó la reubicación. Algunos habitantes mencionaron que fue un acto terrorista en su contra, que el sonido fue el de una bomba. Cabe mencionar que ninguna instancia de protección civil ni las autoridades municipales acudieron al llamado de auxilio de los habitantes, despreocupados por la seguridad de quienes estaban arriba, pero sobre todo de quienes se encontraban laborando abajo, es decir, de los mismos mineros.

Poco a poco la organización comunitaria se iba debilitando y las tensiones internas se iban acrecentando. Ante ello, un dilema atravesó la resistencia: la pregunta precisa ¿para qué se lucha? fue determinante. Algunos habitantes buscaban una negociación “justa”, algo contradictorio bajo el panorama en que de hecho estaba ya la comunidad: gran parte de las casas destruidas, el tejido social deteriorado y la división cada vez más latente.

Ya para el 2013, las personas que permanecían en la comunidad no accedieron a que se trasladaran a la Iglesia del “Nuevo Salaverna”, las imágenes religiosas de su templo y las resguardaron en la parroquia de la cabecera municipal, negándose a perder parte de su identidad. También en 2013 la revista Proceso dio a conocer el caso de la minería en Mazapil “El dorado de México” y en diciembre, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) autorizó a la minera Frisco-Tayahua la explotación a cielo abierto en Salaverna, ubicada a 20 km del tajo Peñasquito. Cabe mencionar que las autorizaciones de dicha institución no bastan cuando los propietarios no acceden.

El grupo de Posesionarios había fijado como objetivo un proceso jurídico en contra de la empresa a través de su apoderado legal, el Lic. Manuel Ramírez, donde reclamaban casa por casa, terreno por terreno y trabajo. Sin embargo, hubo una fractura debido a las tensiones que había al interior de la comunidad, pues mientras don Beto planteaba una lucha por la tierra a través de la demanda de certeza jurídica del territorio, don Lalo manejaba el discurso de la negociación, lo que generó que el grupo se dividiera.

A todos estos años de lucha le siguió un periodo de quietud por parte de la minera hasta mediados de junio de 2016, cuando la Secretaría de Gobierno del Estado anunció que se iniciaría el estudio de riesgo por una supuesta falla geológica con el fin de declarar Salaverna como zona de alto riesgo, pero la comunidad no permitió que el Servicio Geológico de México (SGM) ingresara bloqueando el camino y corriendo a las personas, debido a que el recurso económico para dicho estudio sería aportado por la minera. Una pregunta se hacía en el poblado: ¿cómo vamos a creer que el resultado va a ser imparcial si ellos están poniendo el dinero? La historia nos ha demostrado que el que paga manda y la sospecha era válida.

Ante las presiones y de manera estratégica, la fracción de la resistencia liderada por don Beto se incorporó a la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en junio del 2016, y a partir de esta acción, los abogados de dicha organización trasladaron el caso a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) a nivel federal.En ese tenor, se exigió a la minera que demostrara con documentos legales que los terrenos en pugna eran de su propiedad y que salieron del dominio de la nación.

Después de una investigación a profundidad, realizada por el Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas (OCMZac) en colaboración con la UNTA, se corroboró que ni en el Registro Público de la Propiedad a nivel nacional, ni a nivel local, en Concepción del Oro o en Mazapil, existían antecedentes registrales y/o traslativos sobre la escritura que presentó Frisco. La SEDATU reconoció que las escrituras de la minera no tienen respaldo legal, motivo que hace suponer negligencia en la forma en que se elaboraron, poniendo en entredicho el papel del notario público de Saltillo José Humberto Salinas Evert, su ética y profesionalismo y la veracidad de la minera.

El 6 de diciembre del 2016 se iniciaron los trabajos de deslinde por parte de la SEDATU, con previa notificación a las tres partes involucradas; la minera, la comunidad y el ejido de Mazapil, el cual llegó a una negociación económica con la empresa minera. Los trabajos consistieron en la identificación de las coordenadas para georreferenciar cada uno de los puntos perimetrales de la comunidad para definir el terreno que, en este caso, la comunidad solicitó. Al verse acorralada, la empresa presionó a través del gobierno estatal para concretar el desplazamiento de las personas que aún habitaban el territorio.

Pasados 17 días, el 23 de diciembre, con el supuesto argumento de una falla geológica natural, no comprobada al día de hoy, se presentaron funcionarios autorizados por Gilda Fabiola Torres, la Secretaria de Gobierno del estado, supuestamente amparados en los artículos 106 y 107 de la Ley de Protección Civil estatal procedieron con el uso de la fuerza pública y de maquinaria al desalojo de las familias, con el objetivo de la reubicación de quienes quedaban habitando Salaverna ante la expresión más fuerte de resistencia: habitar el lugar.

Fue un acto de despojo y desplazamiento forzado articulado por la empresa minera, utilizando al Gobierno Estatal como brazo ejecutor para sacar de la comunidad a los líderes en el momento del desalojo, citando simultáneamente a uno de ellos en la Presidencia Municipal y al otro en la capital del estado, mientras que en la comunidad demolían la Iglesia, la escuela, la delegación municipal y un colegio que era ocupado para hospedaje de peregrinos y algunos habitantes. Los derechos humanos, políticos, económicos y ambientales fueron violados, ultrajando, amenazando, invadiendo el territorio y golpeando con la intención de pisotear la dignidad.

Sin embargo, las mujeres y los jóvenes de Salaverna resistieron en su comunidad mientras en la ciudad de Zacatecas las organizaciones sociales que se solidarizaron bloquearon durante más de 10 horas la avenida principal del centro histórico, exigiendo que se retirara la policía federal, municipal y estatal, así como a los representantes de la Secretaría de Gobernación y el personal de Protección Civil, la maquinaria de demolición y los camiones de mudanza, siendo ésta la única forma en que se pudo detener la agresión. La movilización fue inmediata, los medios de comunicación y las redes sociales estallaron en contra de la minera y del Gobierno de Zacatecas por los crímenes cometidos en Salaverna.

Lo ocurrido el 23 de diciembre quedó marcado como una acción cobarde desde el poder, pero también como un acto de resistencia por la vida y el arraigo a la tierra gracias a la determinación de las personas, sobre todo a la fuerza de las mujeres, que lograron detener la demolición de sus viviendas. Todavía no se tiene respuesta contundente en la SEDATU para restituir las tierras de la población, ni en la Procuraduría General de Justicia del Estado, anteel proceso penal por omisión que emprendió la comunidad, ni por el Tribunal Contencioso-Administrativo por el proceso jurídico iniciado por el proceder de las autoridades el 23 de diciembre del 2016, ni por el Tribunal Unitario Agrario por la suspensión de los derechos ejidales que se le aplicó a algunos habitantes de Salaverna pertenecientes al ejido Mazapil que estaban en contra de la minera; sin embargo, la resistencia sigue de pie.

En este caso, ha resultado determinante la cuestión mediática que se logró a través de la alianza con medios de comunicación y el uso de las redes sociales, con lo que se trasladó de una urgente respuesta a una estrategia que fue tomando mayor presencia y alcance en las acciones de la resistencia. También, las acciones jurídicas tomaron un rumbo diferente: de plantear al inicio una negociación justa, la lucha se tornó al plano territorial por el reclamo de la tierra; en ese marco, el OCMZac y la UNTA han jugado un papel importante. Y finalmente, lo más relevante ha sido la determinación de quienes aún habitan la comunidad, que como se mencionó en párrafos anteriores, hacen uso de su herramienta más fuerte de resistencia: la de seguir habitando el lugar y gestionando bajo sus propias lógicas el territorio como medio de sustento y de vida.

 

Conclusiones

Como en muchos otros casos en Zacatecas, en México y en el mundo, la estrategia de la empresa minera era esperar la desintegración de la resistencia al llevarla al límite para el colapso. Sin embargo, a pesar de estar en ruinas, Salaverna está en pie de lucha y queda la esperanza de que pese a la destrucción casi total de las viviendas y edificaciones públicas a causa de los marros y la maquinaria con el sello de Carlos Slim y la complicidad gubernamental, se haga valer la justicia y las tierras se reconozcan a favor de la población local.

La desigualdad entre Salaverna y Frisco-Tayahua es determinante. No obstante, el magnate, quien tiene una capacidad económica impresionante al ser el cuarto hombre más rico del mundo, con200 empresas diversificadas y una fortuna estimada de 79 mil 600 millones de dólares (Forbes, 2016), se encuentra en este caso “contra las cuerdas”, pues, por más de diez años el proyecto de cambio de uso de suelo se ha mantenido en suspensión.

Resta decir que en el proceso de territorialización de una empresa minera, hay diferencias cuando se instala en un territorio ejidal o comunal, donde hay parámetros de la ley que pueden favorecer la defensa del territorio. Sin embargo, cuando las empresas mineras llegan a un territorio donde sólo existe el derecho de posesión, pretenden obligar y aplastar a las comunidades. No obstante, este caso queda para el análisis porque a pesar de lo mencionado, se logró tejer un argumento que ha sido crucial, al demandar que la empresa muestre que compró los terrenos a la nación, algo que no ha podido comprobar.

Así como Salaverna se encuentra la comunidad de la Colorada en Chalchihuites, y nos atrevemos a decir que hay más pueblos en la misma situación, donde las empresas afirman ser “dueñas” de los terrenos que anteriormente eran tierras nacionales y se imponen para la extracción, sobre todo en aquellos lugares con alta tradición minera. Por ello, este caso es paradigmático en las resistencias mineras del país, pues a pesar del balance de poder asimétrico, la resistencia sigue de pie.

 

Fuente:http://enelvolcan.com/82-ediciones/057-abril-junio-2019/600-salaverna-el-pueblo-que-no-quiere-morir-una-experiencia-de-megamineria-a-cielo-abierto?fbclid=IwAR0wcoVqSFFvpU9LaWdhwgF-eXXn7qTQuCwtAQS5GJ7LQc3tEJ9C9-BDCyI

Internacional

MIL-OSI Global: Problemas de Minería en Papua Nueva Guinea – Se da la bienvenida a la moratoria sobre la minería en aguas profundas, pero se requiere más coraje del primer ministro Marape

El primer ministro de PNG, James Marape, apoyó el llamado de Fiji en el Foro de las Islas del Pacífico para una moratoria de 10 años sobre la minería de los fondos marinos. El apoyo del primer ministro a una moratoria fue bien recibido por el Consejo de Iglesias de PNG en su reunión de la semana pasada. Sin embargo, las iglesias y la sociedad civil le recuerdan al Primer Ministro que los riesgos ambientales, sociales y económicos de la minería del fondo marino requieren una prohibición total.

Una carta abierta al Primer Ministro Marape publicada en junio por el Consejo de Iglesias de PNG, Voice of Milne Bay, Alliance of Solwara Warriors, Bismarck Ramu Group y el Center for Environmental Law and Community Rights busca compromisos para cancelar todas las licencias emitidas a Nautilus, para no emitir más licencias de exploración o explotación minera del lecho marino, e invertir en empresas locales verdaderamente sostenibles que beneficiarán a las economías locales. [i]

Jonathon Mesulam, de la Alianza de Guerreros Solwara, dijo: “Agradecemos a nuestro Primer Ministro por atender los llamados de nuestras comunidades al respaldar una moratoria de 10 años sobre la extracción de fondos marinos. Pero necesitamos ir más allá para proteger nuestros mares, nuestros medios de vida y nuestras tradiciones al imponer una prohibición ”.

Peter Bosip, Director del Centro de Derecho Ambiental y Derechos de la Comunidad, afirmó: «La historia reciente de PNG está llena de muchos ejemplos de minas terrestres con impactos desastrosos. [Ii] Es muy difícil monitorear y regular los impactos de la minería terrestre y mucho menos minas en las profundidades del mar. A nivel mundial, los ecosistemas oceánicos ya están bajo estrés debido a la contaminación, los plásticos, la sobrepesca, el cambio climático y la aceleración de la pérdida de biodiversidad. [Iii]

«PNG no necesita minar los fondos marinos», declaró Christina Tony, del Grupo Bismarck Ramu. “Estamos bendecidos con abundantes pesquerías, tierras agrícolas productivas y vida marina. La minería de los fondos marinos beneficiará solo a un pequeño número de personas que ya son ricas y no aportan prosperidad a nuestras comunidades ”.

Nautilus ahora se está acercando a la liquidación, [iv] y PM Marape ha descrito a Solwara 1 como «un fracaso total» [v]. La inversión de PNG en Nautilus ha resultado en una pérdida equivalente a un tercio de su último presupuesto nacional de salud. [Vi] El Gobierno de PNG a través de Eda Kopa (Solwara) Limited está tratando de recuperar parte de su pérdida financiera a través de los tribunales canadienses [vii]. Los accionistas más pequeños que están considerando una acción de clase esperan colaborar con Eda Kopa. [Viii]

Un nuevo informe internacional describe cómo los primeros inversores de Nautilus empujaron al Gobierno de PNG a comprar una participación del 15% en su proyecto Solwara 1. Estos inversores aumentaron el precio de las acciones de la compañía con falsas promesas de gran riqueza y luego se marcharon como multimillonarios, dejando a la compañía tambaleándose.

Sir Arnold Amet declaró: «La aprobación de Solwara 1 se produjo bajo mi supervisión como diputado y gobernador de Madang». Lamento que el gobierno de O’Neill no haya analizado adecuadamente ese proyecto y haya tomado el 15% del capital en Nautilus PNG. Es hora de rectificar esa situación.

“Reconozcamos esta inversión fallida en el próximo presupuesto y garanticemos que no ingresemos en empresas conjuntas de minería de fondos marinos en el futuro ni emitamos más licencias de exploración o minería de fondos marinos. Ahora sabemos cómo las compañías mineras de aguas profundas intentan manipular a los gobiernos de acuerdo con sus propios motivos de ganancias estrechas sin ninguna conciencia. [Ix] Esperamos que el PM Marape defienda a Papua Nueva Guinea contra la presión ejercida por estas corporaciones ”.

Sir Arnold Amet
Peter Bosip, Centro de Derecho Ambiental y Derechos de la Comunidad
Jonathon Mesulam, Alianza de Guerreros Solwara
Christina Tony, Grupo Bismarck Ramu

 

Fuente:https://foreignaffairs.co.nz/2019/09/05/papua-new-guinea-mining-issues-moratorium-on-deep-sea-mining-welcomed-but-more-courage-required-of-pm-marape/

Bolivia

Sin agua no se puede vivir : Las mujeres exigimos el cumplimiento del derecho al Agua , una necesidad de atención permanente

A pedido de emergencia de nuestras hermanas de la comunidad Rancho Grande en el municipio de El Choro – Oruro, las mujeres de la RENAMAT, El Colectivo CASA y con el acompañamiento de voluntarios de SETEM y Araguato, nos dirigimos a la comunidad con una cisterna de agua.

En la reunión junto a la comunidad se pudo evidenciar y denunciar la situación de despojo de agua que viven mujeres, niños y la comunidad en general. Sin acceso al agua o utilizando agua contaminada se sufren enfermedades, y quienes más perciben son las mujeres que se encargan de la alimentación, la salud y los cuidados.

Las mujeres conocemos la importancia del agua para nuestras actividades diarias, para nuestra vida y en Rancho Grande el acceso al agua es limitado, los pozos tienen agua salada, agría no apta para consumo, ellas identifican esto desde el año 2000 cuando se produjo el derrame de crudo de petróleo de trans redes en el rio Desaguadero, aguas que llegan hasta la comunidad y por otro lado, llegan las aguas con desechos mineros a través del río.

La comunidad se da modos para conseguir algo de agua, en épocas de lluvia realizan la cosecha de agua, esto les sirve a lo mucho para consumir durante 2 o 3 meses. Pero entonces ¿que pasa en la época seca? ¿qué hacen el resto del año? ¿Cuanta atención se brinda para el cumplimiento del derecho humano al agua?

Esta necesidad hace que las comunidades tengan que adaptarse a poder conseguir el líquido elemento con la construcción de vigiñas (recipientes de agua para los animales), el llevar agua de las ciudades hasta las comunidades como si de contrabando se tratara… si de contrabando, porque los choferes no quieren llevar en sus buses el agua por el peso extra que implica y es que no hay otra forma, el municipio lleva agua en cisterna para el colegio y la posta medica pero no para la población en general. La comunidad en reiteradas oportunidades ha reclamado a las autoridades, la cantidad otorgada no es suficiente para vivir para mantener las condiciones de vida y esta es la realidad que se quiere cambiar.

Desde la RENAMAT se ha estado visibilizando esta problemática y no es la primera vez que junto a la comunidad e instituciones como el Colectivo CASA llevamos una cisterna de agua a Rancho Grande, agua que si bien no va a solucionar el problema pero que significa una llamada de atención a las autoridades y al Estado, que son quienes tienen el rol de garantizar el cumplimiento del derecho humano al agua.

 

Fuente:http://oiedc.blogspot.com/2019/09/las-mujeres-exigimos-el-cumplimiento.html

Mexico

Larrea, el máximo exponente del cinismo de la modernidad

‘La minería moderna cuida el ambiente’: Germán Larrea

Tras el informe presidencial, el empresario concedió una insólita entrevista a Pie de Página. En 8 minutos, aseguró que Grupo México ya reparó el daño a las familias de Pasta de Conchos, que el derrame de la mina de Buenavista no contaminó el río y que las minas a cielo abierto modernas cuidan el ambiente.

Poco se sabe sobre este hombre, a pesar de la relevancia que tiene: no solo es el segundo hombre más rico de México, sino que su empresa, Grupo México, es la minera más grande del país y la tercera productora de cobre más importante del mundo.

Sus apariciones en público son recientes y raras. A veces se le encuentra en el Hipódromo ganando con su cuadra San Jorge. Pero todo lo demás a su alrededor es un misterio, de acuerdo con los medios especializados en negocios.

Su nombre está ligado a dos tragedias: el peor desastre ambiental de la historia de México ocurrido en el Río Sonora (2014) y la explosión y derrumbe de la mina Pasta de Conchos donde 63 quedaron atrapados (2006).

Germán Larrea Mota Velasco tuvo un papel activo en contra de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador: pidió a sus más de 50 mil empleados votar con “inteligencia”, tras aclarar que “el modelo populista y la amnistía” no son la respuesta a los problemas del país. Además, financió una operación mediática contra el presidente, de acuerdo con una investigación de Eje Central.

Por eso es extraño verlo ahora en el informe presidencial, aplaudiendo el llamado del presidente a estar unidos para concretar lo que ha llamado la Cuarta Transformación de la República.

Apenas en julio de este año, Grupo México vertió en el Mar de Cortés ácido sulfúrico y el secretario de medio ambiente, Víctor Toledo, aseguró: “estamos ante una situación especial de un grupo industrial que repetidamente, 22 accidentes no es para menos. Cuando una compañía o industria con este currículum, con esta trayectoria, la Semarnat tendría la capacidad legal para la suspensión de la industria”. La empresa respondió unos días después y acusó a la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de mentir.

Larrea Mota Velasco ya asistió al informe de los 100 días de gobierno del presidente López Obrador. Ahora, se mantiene distante, cauto y solitario. No se mezcla con el guinda de Morena.

A diferencia de Carlos Slim, quien se regodea con secretarios de Estado y se toma fotos con quien se lo pide, Larrea no se ajusta en el círculo de empresarios favoritos de los invitados. Al final del informe, se retira solo. Un par de reporteras tratan de entrevistarlo cuando pasa por la puerta de la sala de prensa y lo siguen hasta que se mete a un baño.

Más tarde, lo encontramos en los jardines del Palacio Nacional bajo la sombra de un árbol zapote, esperando a su equipo de seguridad.

Buen día, soy Ignacio, periodista. ¿Le podría hacer algunas preguntas?

— ¿Qué temas? — responde, mientras comienza a caminar hacia la salida.

¿Qué le pareció el informe?

— Lo mismo que a ti.

¿Cómo?

— En otra ocasión con mucho gusto, ya di como 5 entrevistas.

Yo vi que se escapó…

— Nombre, ahí di,

De lo de Pasta de Conchos…

— Ya, también ya les dije.

Pero dígamelo a mí. ¿Le parece viable o no?

Se detiene junto a la puerta y duda. El hombre de dos metros, piel blanca y nariz aguileña parece medir si es mejor aceptar la entrevista, salir a la calle donde está una muchedumbre o volver a la zona donde están los reporteros y fotógrafos de los que acaba de escapar.

— Bueno, mientras llegan por mí— dice por fin, y regresa sobre sus pasos a la sombra que le da el zapote.

Ahí, el magnate más esquivo de México dará a Pie de Página 8 minutos de entrevista.

— Mira de lo de Pasta de Conchos, el informe es muy interesante. Estamos trabajando, el sector privado junto con el señor presidente y el gobierno para mejorar el desarrollo. Por eso estamos aquí presentes. Por otro lado, el señor presidente designó a la Secretaría del Trabajo como responsable para ver los trabajos de Pasta de Conchos y del rescate. La empresa lo hizo durante 59 semanas, con 378 rescatistas, ustedes recordarán… y no pudimos. El propio gobierno dictaminó que era más riesgoso seguir trabajando, que no era posible. Hubo temperaturas, metimos cámaras con termómetros, se vió que no había vida. Dicho por expertos. Había mil 800 grados de temperatura durante varias semanas, contra un crematorio que tiene 800 grados durante algunas horas. En adición a eso hay aguas y hay ríos subterráneos, por la explosión están inundadas. Pero nosotros estamos cooperando en todos los sentidos, dando la información técnica, dando las facilidades…

¿Cree que hayan cambiado las condiciones para el rescate?

— No lo sé, la Secretaría del Trabajo es la encargada de esos trabajos. Ellos tienen la responsabilidad. Nosotros, como empresa, nada más estaremos dándoles información técnica de lo que se hizo. Por otro lado, en este lapso se educaron a todos los hijos de todos los trabajadores, se indemnizaron; sé que no lo es todo, pero es mucho más de lo que cualquier otro accidente… a todas las viudas y sus familias. Hicimos centros comunitarios que están presentes ahí, en apoyo de las viudas; siempre hay alguna excepción ahí, con algunos otros grupos de interés que tienen otros signos, que no sabemos. (Fue) un lamentable accidente, sucede en las minas de carbón de todo el mundo. Era una mina muy tecnificada, altamente ventilada y tecnificada.

Las familias han dicho que las condiciones de la mina no eran buenas…

— En la mina se había invertido, y eso lo tiene presente la subsecretaría de Economía, el subsecretario de Minas. Era una de las minas más modernas y equipadas, tenía sistemas de ventilación importantísimos, sistemas de detección que te paraban con detectar 1.5. Es algo lamentable que sucede en muchas minas, vamos a darle todas las facilidades a la Secretaría del Trabajo y al señor presidente. Vamos a dar toda la información técnica, que está con grupos de trabajo y que se está evaluando y sabemos que es considerablemente difícil, haremos que todo funcione a bien. Pero yo creo que el responsable para saber lo que pasó y lo que pasará de aquí para adelante es la Secretaría del Trabajo. Ya terminaron de estudiar, creo que 147 hijos de los mineros fallecidos, y todos los apoyos se hicieron al respecto.

En el caso del derrame de Buenavista del Cobre…

— Ustedes recordarán que el presidente (Enrique) Peña Nieto designó a la Semarnat como responsable de eso, a nosotros nos exigió que formáramos un fideicomiso y que lo fondearemos; fondeamos el fideicomiso con 2 mil millones de dólares. Se terminaron las labores de saneamiento, abastecimiento que determinó el propio gobierno. Nosotros pagamos ese dinero y se nos regresó, en el orden de 50 o 70 millones de pesos que no se utilizaron y se dio por concluido. En adición de eso, ustedes pueden constatar, acabamos de terminar la carretera, junto con el gobierno del estado, toda la carretera que va por todos los pueblos del río que estaba desecha o abandonada. Ahorita me acaba de felicitar la gobernadora, que quedó espectacular y que va a traer mucho beneficio a la zona, para el comercio, para la actividad económica y para el uso social de los pobladores.

¿Por qué entonces hay ese descontento de los pobladores?

— Recordemos que se ensució, no se contaminó. Los medios los hicieron grande, por los motivos que hayan tenido. Pero ¿vimos algún pájaro muerto, algún pez o algún animal en 200 kilómetros de río? Absolutamente ninguno. El río se ensució, no se contaminó. Es diferente. Se hizo la remediación, que es limpiar el río, los cauces de metales pesados, las posibles afectaciones y apoyar a la población que tuvo algunas afectaciones, pero sobre eso lo hizo a través del fideicomiso la Secretaría de Medio Ambiente.

¿Diría que exageran?

— No lo sé… hubo una derrama importante que se hizo a los pueblos mineros y pues me imagino que están buscando nuevos apoyos. Yo creo que más bien es por Desarrollo Social que por la afectación del río, pero eso lo determinará el propio fideicomiso y la Secretaría de Medio Ambiente. No dejen de checar todo lo que ha hecho Grupo México en labor de medioambiente, recuerden que la minería es desde 1900 o antes y eran plantas donde el medioambiente ni siquiera era una prioridad.

Ahora son minas a cielo abierto…

— Hoy todas las plantas son modernas y de alta tecnología, que cuidan el medioambiente. La minería ha sido el polo de desarrollo de México, y se cuida, se hacen los impactos ambientales, los estudios y los impactos sociales para que tengan mejor desarrollo. Obviamente se regeneran y se restituye todo. Esos tajos a cielo abierto… es lo mismo, usted tiene esta montaña que rellena el plato y luego vuelve a revegetar el cráter. Recuerde que sembramos uno de los viveros más grandes en el país: 5 millones de árboles anuales y los sembramos todos los años. Cuatro a uno, o hasta 20 a uno.

Pero no se pueden reutilizar esas tierras.

— Es que ninguna de esas tierras es de sembrado. Estamos en las montañas, y en las montañas no hay vida agrícola.

La vida silvestre no se puede regenerar

— Claro que se regenera y con creces, pero por supuesto y los invito a que vayan.

¿Y por qué cree que hay países que prohíben la minería a cielo abierto?

— Porque les hace falta un poco de cultura industrial… bueno, me tengo que ir— dice a modo de cierre.

A pesar de que el magnate ha sido durante décadas uno de los hombres más poderosos del país, su imagen no era de conocimiento público. Apenas en sexenio pasado, después del derrame en Buenavista del Cobre, se dejó fotografiar con el entonces presidente Peña Nieto; desde entonces aparece cada vez más en público. Y no da entrevistas.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/09/larrea-el-maximo-exponente-del-cinismo-de-la-modernidad/