Colombia

Carlos Salinas, líder ambientalista y defensor de la Ruta del Cóndor fue asesinado

Carlos Aldairo Arenas Salinas, líder campesino del páramo de Santa Isabel y promotor de la Ruta del Cóndor fue asesinado por dos hombres que habrían llegado hasta la finca El África en la vereda Totarito en el departamento de Tolima. Según informaron medios locales, el hecho habría ocurrido la noche del pasado 8 de noviembre.

Por el momento no se conoce más información ni los motivos por los que se atentó contra el líder campesino a quien conocían de cariño con el apodo de «Cejas», sin embargo redes de ambientalistas señalan que podría tratarse de un grupo armado quienes serían los responsables del asesinato.

Un líder que trabajó por los nevados

Carlos Salinas trabajó en la Ruta del Cóndor, proyecto eco turístico y comunitario que promueve la protección de los recursos naturales del Parque Nacional Natural Los Nevados ubicado en la Cordillera Central del país, integrando los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima.

En la actualidad, los glaciares del país están en vía de extinción, pasando de tener una extensión de 374 kilómetros cuadrados a 45,3, es decir, Colombia ha perdido el 84% de su área glaciar, hogar de numerosas especies que protegía el líder campesino como parte de su labor como ambientalista.

Según el informe de la organización Global Witness, después de Filipinas, Colombia  fue el segundo país donde ocurrieron más asesinatos de activistas medioambientales durante el 2018, registrando el homicidio de 24 activistas y defensores del medio ambiente.

 

Fuente:https://www.contagioradio.com/carlos-salinas-lider-ambientalista-y-defensor-de-la-ruta-del-condor-fue-asesinado/?fbclid=IwAR1c3asvPPoxP5GzPHXp4AsKMAEBD5LQl1azaqKRfD1240324ENHJIwNnsI

Chile

Chispas en el mundo de la minería saca posible cierre de Fundición Ventanas como «gesto» medioambiental» del Gobierno

La noticia sobre un posible cierre de la fundición Ventanas de Codelco, en Puchuncaví, que estaría barajando el Gobierno, sacó rápidamente chispas en el sector empresarial y en la Confederación de Trabajadores del Cobre, quienes señalaron, a través de su presidente, que consideraban como una «irresponsabilidad» que una idea así se llevara a cabo. El ministro de Minería salió a descartarlo con rapidez, pero al mismo tiempo un grupo transversal de diputados recogieron la idea y presentaron un proyecto para adelantar el proceso de cierre.
 

«Es algo que tenemos que evaluar», dijo escuetamente hoy el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín luego de que en la mañana se publicara la noticia de que el Gobierno estaría considerando cerrar la Fundición Ventanas de Codelco, emplazada en la comuna de Puchuncaví, una de las zonas de sacrificio ambiental más afectadas por la exposición de sus habitantes a contaminación por metales pesados. Larraín, en razón de su cargo, forma parte del directorio de Codelco.

La información trascendió a partir de una nota de prensa publicada por El Mercurio en la que se relataba una reunión en que el Presidente Piñera habría informado de esta decisión al Ministro de Ciencias, Andrés Couve y a Maisa Rojas, quien encabeza el comité científico a cargo de la organización de la Cop25. Precisamente, según la publicación de prensa, la decisión se materializaría poco antes de la realización de la cumbre internacional, programada entre los días 2 y 13 de diciembre.

Uno de los ministros que salió rápidamente a calmar las aguas del sector minero que se trastocado con la información de prensa fue el Ministro de Minería, Baldo Prokurica, quien afirmó que el cierre de la fundición, en donde se sitúa la icónica chimenea transformada en emblema de la contaminación «no es una decisión que se haya tomado por parte del Gobierno, y en el minuto que se discuta habrá que tener presentes los distintos elementos que influyen por la importancia que esta tiene en la decisión de la magnitud que significaría un cierre de la fundición como Ventanas”, dijo Prokurica.

Estas palabras se pronunciaron luego que el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre, Juan Olguín, reaccionara con molestia ante lo que consideró como una «irresponsabilidad» de parte del Presidente anunciar el plan de cierre. Para el dirigente, la política ambiental que ha surgido detrás de la COP25 es «más una plataforma de campaña política», que una «mirada país», sostuvo Olguín al Diario Financiero.

Pero lejos de aquietarse la aguas, la posibilidad de cerrar Ventanas, así com0 la termoeléctrica que se ubica en ese circuito industrial, es un viejo anhelo de los movimientos ambientales que se han visto intensificados con los episodios de intoxicación masiva en el sector.

Junto a este argumento y a la oportunidad de ofrecer a la comunidad internacional un gesto en favor del medioambiente, el hecho de que la fundición hace años que reporta pérdidas, fue uno de los puntos que remarcó el diputado Diego Ibáñez, (Convergencia Social) quien se mostró a favor de la medida.

«La verdad es que la Fundición Ventanas implica solo pérdidas para el Estado de Chile. De hecho contamina tanto, que cada niño y niña de la zona de Quintero y Puchuncaví podría tener un kilo de arsénico al año. Eso no es posible porque aumenta las posibilidades de cáncer en la zona de sacrificio. Por lo demás, también el 40% del dióxido de azufre en la región, es de Codelco Ventanas y no hay razón de ningún tipo que valga para tener esta faena abierta».

Al menos desde 2011 -sostuvo- «este Gobierno producto de una comisión investigadora tenía antecedentes de que esta contaminación estaba siendo brutal. Si es que efectivamente al Gobierno le importa la salud de los habitantes las estaciones de monitoreo deberían ser estatales (…) las mejoras al hospital de Quintero todavía no han llegado. Me da la impresión que este anuncio tiene bastante de publicitario más que de una honestidad radical para cambiar las condiciones de la comunidad.», dijo Ibáñez

El diputado junto a su par Andrés Longton (RN)  presentó un proyecto de resolución para acelerar el cierre de la fundición «pero garantizando que no aumente el desempleo, porque la recuperación no pasa solamente por aspectos ambientales, sino también económicos y sociales», dijo Ibáñez.

Por su parte el diputado oficialista Andrés Longton calificó esta posibilidad como «una noticia positiva desde el punto de vista del daño ambiental que se ha generado en la zona en los últimos 50 años y que obviamente no se pueden crear más empresas, y algunas deberían ir en retirada. Me parece muy positivo que el Presidente esté evaluando esta decisión», afirmó.

 

Fuente:https://www.elmostrador.cl/destacado/2019/10/08/chispas-en-el-mundo-de-la-mineria-saca-posible-cierre-de-fundicion-ventanas-como-gesto-medioambiental-del-gobierno/

 

Ecuador

La Amazonía Ecuatoriana es declarada territorio libre de extractivismo

Los Pueblos y Nacionalidades Sapara, Kichwa de Pastaza, Kichwa de Sarayaku, la CONFENIAE y la CONAIE realizaron una rueda de prensa para denunciar que no fueron notificados de la decisión del Estado Ecuatoriano de aceptar la “Fuerza Mayor solicitada por la empresa Andes Petroleum Ecuador Ltd.” Empresa que tiene la concesión del Bloque 79 en la Región Amazónica Ecuatoriana.

Este recurso fue solicitado por la empresa al gobierno debido a que existe “Oposición política y social generada en los últimos meses por parte de las comunidades indígenas” como consta en el documento anexado.

A esto, diferentes lideresas y líderes declararon que sumado a esta declaratoria de Fuerza Mayor en el Bloque 79, exigen que también sean rescindidos los contratos de exploración y explotación del Bloque 83, que de acuerdo a las declaraciones de Lineth Calapucha, de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza, afecta directamente los territorios de las nacionalidades Sapara, Kichwa y Sarayaku.

Los bloques 79 y 83, si bien están en la mayor parte en el territorio de la Nacionalidad Sapara del Ecuador también se encuentran ubicados en territorios de la Nacionalidad Kichwa que corresponden a 1,115.000.000 hectáreas, y son parte de éste territorio el Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku con 135.000 hectáreas, los que en ejercicio al derecho a la libre determinación son declarados como Kawsak Sacha-Selva Viviente.

Denunciaron tambien que de continuar con cualquier proyecto petrolero en el bloque 83, se estaría violando el Artículo 57 de la Constitución donde se afirma que “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario sonde posesión ancestral irreductible e intangible y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva” ya que dentro de las concesiones firmadas en el año 2013 para explotación en el Yasuní se encuentra el grupo Chuchiyaku, quienes son indígenas en aislamiento voluntario Tagaeri Taromenane.

Jaime Vargas, Presidente de la CONAIE, exigió al gobierno que se dejen de ampliar las fronteras extractivas dentro de territorios indígenas, ya que las “Nacionalidades no hemos visto demostrado un verdadero desarrollo del que tanto hemos venido escuchando”. Haciendo mención a que a pesar de que la explotación petrolera lleva mas de 40 años en territorios indígenas en la Amazonía, los pueblos están cada vez peor, según sus declaraciones. Refiriendose a las sentencias en diferentes casos como el Sarayaku, el Sinangoe o el Waorani, el Estado no ha sido capaz de cumplir nunca con las normas y estándares nacionales e internacionales en materia de derechos humanos.

El mismo Presidente de la CONAIE declaró el territorio de la Amazonía Ecuatoriana libre de extractivismo, reiterando que no se quieren mas fronteras mineras, petroleras e hidroeléctricas en sus territorios.

La declaratoria de “Fuerza Mayor” detiene momentáneamente una parte de los procesos de la empresa petrolera, pero eso no significa que sea cancelada la concesión ni que se dejen de ejecutar ciertas actividades que no entran dentro de la declaratoria. Ante esto, los pueblos indígenas dijeron que van a continuar con la lucha hasta sacar a todas las petroleras de sus territorio.

 

Fuente:Resolución No. MERNNR-MERNNR-2019-013-RM – Andes Petroleum

Honduras

ALERTA | En Azacualpa: Aura Minerals continúa exhumando cementerio en busca de más oro

En complicidad con autoridades estatales y el acompañamiento de elementos policiales y militares, la Empresa canadiense Aura Minerals (MINOSA), comenzó nuevamente la exhumación de cadáveres del Cementerio de Azacualpa, La Unión, Copán en busca de más oro.

Ante la oposición y resistencia de los familiares, vecinos y autoridades de la comunidad, que previamente declararon mediante cabildo abierto “NO CERRAR NI TRASLADAR EL CEMENTERIO”, la empresa MINOSA ha estado  provocado con reiteradas detonaciones el derrumbamiento del cerro del cementerio, con el objeto de obligar a las familias a aceptar el proceso. Ha amenazado, además, con presentarse junto a personal del Sistema Nacional de Gestión de riesgos (SINAGER) y seguridad del Estado, quienes avalarían la necesidad de decretar el área como zona de riesgo, y evitar, a la vez, que el pueblo se manifieste en contra.

La ambición de MINOSA ha provocado daños ambientales severos provocados por las excavaciones. Sin embargo, la oposición de la comunidad ha dejado: procesos judiciales en contra de líderes locales, daño a las estructuras físicas de las viviendas, la escuela, del centro comunitario y de la iglesia; destrucción y desaparición de la flora y fauna. Al igual que de 13 fuentes de agua que abastecen a las comunidades contaminadas.

Frente a este contexto de abusos y violación de derechos humanos, el Centro de Estudio Para la Democracia (CESPAD), exigimos:

  1. Al Estado y Gobierno de Honduras, respetar la voluntad del pueblo de Azacualpa y evitar que se continúen las exhumaciones de los cuerpos que aún quedan en el cementerio de la comunidad.
  2. A MINOSA, cesar sus actividades de abuso a la dignidad humana de las comunidades y reparar los daños causados a los familiares.
  3. A INHGEOMIN, incidir para poner un alto a los enormes daños ambientales que han generado en la zona las detonaciones de los cerros y montañas de la comunidad de Azacualpa, al igual que el uso de químicos para la extracción minera.
  4. A la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), vigilar y garantizar el cumplimiento efectivo de las recomendaciones realizadas al Estado de Honduras por mecanismos de protección de derechos humanos, teniendo en cuenta la relación entre la protección del medio ambiente y la realización de otros derechos humanos.

Finalmente, hacemos un llamado a las organizaciones nacionales e internacionales a solidarizarse con la defensa del derecho a la paz y autodeterminación de los pueblos.

 

Fuente:http://cespad.org.hn/2019/11/04/alerta-en-azacualpa-aura-minerals-continua-exhumando-cementerio-en-busca-de-mas-oro/?fbclid=IwAR0ACb7we-GD2u1rWA2bD1NL9orBQxpeKVk7zz90exjH8CeOl_cWVeu_w_g

Internacional

Resistencias frente a los megaproyectos

Captura de nuevos mercados, internacionalización, innovación, competitividad, atracción de inversiones. Este es el mantra que repiten empresas e instituciones como receta compartida para enfrentar la crisis actual. Cuanto mejor le vaya a «nuestras empresas», cuanto más implantadas estén a escala global, más resilientes serán y mejor nos irá a todos y todas, vía recuperación de la inversión y el empleo.

El conjunto de políticas se pone al servicio de este relato: generar territorios atractivos para invertir, por un lado, hacer causa común con las empresas en su esfuerzo de internacionalización, por el otro, se convierten en las grandes prioridades.

Cueste lo que cueste, se encumbra al poder corporativo al estatus de protagonista principal, no solo en el ámbito económico, sino también en el político y en el cultural. La competencia, de este modo, se extrema, tratando de hacerse con un trozo de la tarta de un crecimiento económico menguante, así como con los recursos físicos necesarios para operar, en un contexto de cambio climático y de agotamiento de fuentes de energía y materiales.

No obstante, este relato no cuadra. No hay ninguna evidencia de que la manida «teoría del derrame» sea cierta, y que por tanto las ganancias empresariales se trasladen en última instancia a las mayorías sociales. Al contrario, tras décadas de aplicación de este mantra, asistimos a una agudización de las desigualdades, así como a un menor peso de la masa salarial respecto a los beneficios corporativos –a lo que habría que sumar la mayor precarización e invisibilización de los trabajos de cuidado–. A su vez, el énfasis en el crecimiento, la privatización y los mercados globales frente a cualquier otra consideración, acelera un más que evidente desmantelamiento público y democrático, nos condena a un panorama de guerra económica, y nos sitúa ante un colapso ecológico sin precedentes.

Los megaproyectos, esto es, los grandes proyectos destinados fundamentalmente a los mercados globales –no a las necesidades de la población donde se desarrollan–, se han convertido en una de las principales herramientas de este funesto mantra de la internacionalización. Monocultivos agroindustriales, desiertos verdes, minería a cielo abierto, acaparamiento de tierras, puertos, canales, fracking, incineradoras, licitaciones petroleras y gasísticas, infraestructuras, plantas de distribución y logística, etc., son, de este modo, seña de identidad del capitalismo actual. Una identidad que se extiende a lo largo y ancho del mundo, en el Sur y en el Norte Global, por supuesto también en Euskal Herria. Ningún lugar escapa a un fenómeno sistemáticamente denunciado por impactos laborales, ecológicos y económicos negativos, así como por su vínculo con lógicas de corrupción e incluso violencia.

La ofensiva capitalista global y la internacionalización empresarial toman tierra por tanto en los territorios vía megaproyectos, donde se dirime el carácter público/comunitario o corporativo de la alimentación y la agricultura, los bienes naturales, el urbanismo, los servicios, la compra pública, etc.

Una cuestión estratégica, por tanto, que abordaremos en las jornadas “Internacionalización empresarial, megaproyectos y resistencias populares”, que celebraremos en Bilbo los próximos 7 y 8 de noviembre. Activistas y académicas de Colombia, Perú, México, Brasil, Estado español y Euskal Herria debatiremos sobre cómo enfrentar los megaproyectos, cómo entender sus patrones de actuación para, finalmente, afinar las agendas populares para resistir a los mismos.

Porque, aquí y allá, otro mundo es posible, y en el mismo los megaproyectos no tienen razón de ser.

 

Fuente:http://omal.info/spip.php?article8976&fbclid=IwAR1_G3PBRaRDvCao6k7HJa3cSj-cnCxZ3KGwTBGQByEegmMvyNzqk1nX158

Venezuela

Minería en el Cerro La Vieja. El Capital contra los Derechos Humanos del Pueblo de Simón Planas

El Cerro “La Vieja” está ubicado al frente de Sarare, Municipio Simón Planas del Edo. Lara. Tiene una superficie 524 hectáreas y 683 m2, de gran valor histórico, cultural, agrícola y ecoturístico. Del cerro se alimentan, en sus bordes, el Río Sarare y la Quebrada La Cimarrona. Ha vivido varios intentos de explotación minera (el primero de ellos, en los 90), que han sido derrotados por la movilización popular. En la actualidad, el cerro está viviendo un nuevo intento de explotación por una alianza Estado-Capital Privado, impulsada por la Gobernación del Estado Lara; con un grave impacto para los  derechos humanos de la población del municipio.

  1. Violación de los derechos a la información, a la consulta previa y al protagonismo popular

Nosotros mandamos obedeciendo al pueblo, no mandar mandando, no mandar triturando a los pueblos; así es que mandan los capitalistas, así es que mandan los tiranos” (Hugo Chávez[1])

El artículo 164 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) señala que es “…de la competencia exclusiva de los estados: … 5. El régimen y aprovechamiento de minerales no metálicos, no reservados al Poder Nacional…”. La Gobernación del Estado Lara cuenta con un “Plan Estratégico para el Desarrollo Minero No Metálico del Estado Lara”[2], que implica una asociación Estado-Capital Privado, en el que se enmarca la explotación de piedra caliza en el Cerro La Vieja. Cuenta la Gobernación, además, con la “Empresa de Minerales No Metálicos Jacinto Lara”, que se define como “ente rector del manejo de los minerales no metálicos del estado”[3]. La misma es presidida por el Médico Veterinario Yoel Morales. Hasta ahí la información disponible.

La CRBV señala, en su artículo 128, que “El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio […] que incluya la información, consulta y participación ciudadana”.

El pueblo de Simón Planas no ha sido ni informado ni consultado por la Gobernación sobre el actual proceso de explotación minera, del que se sabe informalmente que existe una licencia entregada; se han escuchado detonaciones y se pueden constatar la construcción de una carretera, la deforestación de un sector a las faldas del cerro y el movimiento de maquinaria del Estado (de las empresas CAVIM y Pedro Camejo). También se sabe, que en nombre de esa empresa actúa un abogado de nombre Jorge Alberto Rodríguez Morán, que ha dirigido agresiones y amenazas contra campesinos del sector y que ha sido imputado de varios delitos, incluyendo la estafa y la violencia de género.

El pueblo de Simón Planas desconoce el nombre de la empresa que avanza la explotación, el alcance temporal y espacial de la licencia o si pretende explotar otros minerales distintos a la caliza. Ese mismo pueblo que no ha sido ni informado ni consultado, se ha movilizado expresamente, tanto en el pasado como en la actualidad, para condenar la explotación de su cerro. A mediados de la década pasada, una movilización popular logró que el Municipio declarara al Cerro como «Parque Municipal y Patrimonio Ambiental y Ecológico del Municipio Simón Planas«[4]. El Decreto, en su artículo 2, “prohíbe…el aprovechamiento de la piedra caliza; ya que las explosiones en las cuevas del Cerro La Vieja, pueden ocasionar derrumbes y destruyen el patrimonio natural y ambiental del Municipio”[5].

En un reciente foro, realizado el 16.05.19, en Barquisimeto, por la Empresa de Minerales No Metálicos Jacinto Lara, su presidente, Yoel Morales, atribuyó el malestar del pueblo de Simón Planas, a “disputas políticas internas” del Municipio. Sin embargo, en la marcha que ocurrió el sábado 18.05.19 desde Sarare hasta el Cerro La Vieja, se observó un interesantísimo espíritu de unidad en la diversidad en torno a la defensa del Cerro. Aunque el sector del PSUV que dirige la Alcaldía  guarda silencio sobre la explotación minera en el cerro, tampoco ha salido a defenderla, lo que sugiere que está obedeciendo una línea “de arriba” con la que no tiene pleno acuerdo. Por su parte, el chavismo de base y militantes de todos los partidos del GPP están abiertamente en contra de la explotación del cerro. Resulta muy interesante, además, que esa lucha mueve un pluralismo de la sociedad civil plebeya. A ella se han sumado escaladores deportivos que usan el cerro de manera permanente, pequeños productores que se benefician de sus aguas, comuneros de El Maizal, sectores religiosos que usan sus cuevas para celebrar cultos espiritistas, sectores de la iglesia católica local y muchos pobladores no organizados, que tienen un vínculo físico y cultural muy fuerte con su cerro y que acudieron al llamado del “Comité Pro Defensa del Parque Municipal Cerro La Vieja”.

Todo parece indicar que la opacidad en la información y la falta de consulta, apuntan, a desconocer y a obstaculizar la expresión del protagonismo del pueblo de Simón Planas, que desde hace más de dos décadas se está oponiendo a la destrucción de su cerro. A la Gobernadora Carmen Meléndez le tocará evaluar, entonces, si revierte su decisión actual para “mandar obedeciendo” o si ratifica su alianza con el capital para explotar el cerro y entonces “mandar triturando”, que es como “mandan los capitalistas […] los tiranos”, como recordaba Chávez.

  1. Violación de derechos culturales

Todas las manifestaciones culturales contenidas en este Catálogo…son poseedoras de valores tales –sean históricos, culturales, plásticos o ambientales– que el Instituto del Patrimonio Cultural las declara Bien de Interés Cultural, según la Resolución Nº 003-05 de fecha 20 de febrero del 2005” (Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano[6])

La Cueva de La Vieja, que está dentro del Cerro, forma parte del Catálogo citado, con lo cual es oficialmente un Bien de Interés Cultural objeto de protección. El Catálogo cita hallazgos arqueológicos como lozas con jeroglíficos, piezas de cerámicas, cocos labrados, vasijas gigantes, osamentas y huesos sueltos, que sugieren una densa historia de uso del cerro y que explican su rol en la generación de la cultura local. “Existe la creencia –señala el Catálogo- que esta cueva se comunica con las Minas de Buría y que fue allí donde el Negro Miguel escondió el famoso tesoro que nunca apareció”[7]. La rebelión del Negro Miguel contra la opresión española y su paso por el cerro, es motivo de orgullo de los pobladores de Simón Planas. Otra de las Cuevas del Cerro se llama Estefanía, en honor a una de las hijas del Negro Miguel. Esa cueva es lugar de culto del espiritismo venezolano o Marialoncero y en su interior se pueden observar más de 500 objetos de culto de las distintas Cortes de esta religión venezolana; además de impresionantes estalagmitas y estalactitas, de hasta 5 metros.

Pero además de los usos religiosos o el valor histórico, es muy fácil constatar el vínculo de los pobladores de Simón Planas con su cerro. El cerro es una presencia visual hermosa desde todos los puntos de Sarare. La gente mira al cerro y sabe si lloverá, porque es una muralla a los vientos húmedos del sur que facilita la acumulación de nubes. Los colegios y liceos organizan frecuentemente excursiones al cerro, por lo que la inmensa mayoría de los/as Sarareños/as lo han visitado y disfrutado. Gente de otras partes del país viene al municipio a conocerlo o a usar sus paredes para la práctica deportiva de la escalada en roca o a realizar observación de aves, convirtiendo al cerro en un lugar ecoturístico que produce gran orgullo local.

La explotación minera, realizada con explosivos, volvería insegura las cuevas. Generaría derrumbes (de hecho ya hay deslizamientos en la Cueva La Vieja) e imposibilitaría el uso religioso, ecoturístico, recreacional, deportivo o científico del cerro. Un señor que participó de la marcha convocada por el “Comité Pro Defensa del parque Municipal Cerro La Vieja”, confiaba en que “Los Naturales” (especies de duendes que habitan el cerro) impedirían que eso ocurriera: “Ya antes volvieron locos a los trabajadores de la empresa que intentó explotar el cerro”.

  1. Violación al derecho al ambiente sano y ecológicamente equilibrado

No le importa al capitalismo acabar los bosques, acabar las aguas y acabar la vida […] El capitalismo es un modelo que destroza la vida. El capitalismo destroza […] tanto a la naturaleza como al hombre que es parte de la naturaleza

(Hugo Chávez[8])

El artículo 129 de la CRBV, señala que “Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y sociocultural”. No se ha realizado ningún estudio previo a la explotación en curso en el cerro La Vieja. La sola inexistencia de estos estudios implica la ilegalidad de la explotación, hace nula la licencia entregada por la Gobernación y obliga al Estado (al Poder ejecutivo municipal, estadal y nacional; al Poder Judicial o a la Defensoría del Pueblo si alguien acciona ante ella) a corregir de inmediato la vulneración en curso. De hecho, los funcionarios que entregaron las autorizaciones sin el estudio de impacto ambiental deben ser sancionados “…con arresto de tres meses a un año [e] inhabilitación para el ejercicio de funciones o empleos públicos hasta por dos años después de cumplida la pena principal”, según señala el artículo 43 de la Ley Penal del Ambiente.

Aunque por la falta del estudio de ley se desconoce con rigurosidad científica el daño ambiental que generaría la explotación del cerro, hay datos que permiten sugerir posibles daños; así como hechos concretos actuales que ya configuran delitos ambientales.

El cerro absorbe como una esponja la humedad de los vientos del sur que vienen a chocar contra el principio de los Andes. Además de alimentar al Río Sarare y a la Quebrada La Cimarrona, drena hacia un sistema natural de agua subterránea que beneficia a la producción agrícola de todo el Municipio. El uso de pozos es una de las principales fuentes de acceso al agua en la zona, según explican los pequeños productores del municipio. Es posible suponer que la explotación del cerro disminuiría el acceso al agua y, con ello, la productividad agrícola de la zona.

Por otra parte, la empresa modificó el curso del Río Sarare y construyó una carretera a menos de 20 metros del Río, pese a que la Ley de Aguas señala explícitamente, en su artículo 54, que son “…zonas protectoras de cuerpos de agua: …1.- La superficie definida por la circunferencia de trescientos metros de radio en proyección horizontal con centro en la naciente de cualquier cuerpo de agua. 2.- La superficie definida por una franja de trescientos metros a ambas márgenes de los ríos…”. Esta acción de la empresa, realizada con maquinaria estatal, constituye además un delito ambiental, tipificado en la Ley Penal del Ambiente (artículo 56) y sancionado “…con prisión de uno a cinco años…”.

La lucha en contra de la explotación del cerro La Vieja condensa una de las contradicciones centrales de nuestro tiempo. De un lado se encuentra la apuesta rentista, con su promesa de extraer minerales para ser convertidos en una riqueza que se supone será distribuida. El “bien” que generaría esta operación (la distribución de la riqueza) justificaría los daños inevitables (vulneración de derechos) en el ambiente, la cultura, la producción agrícola y la vida de la población. De ese lado está la Gobernación de Lara y empresarios que tienen formalmente el 49% de las acciones del proyecto, pero que utilizan a las instituciones (cuerpos de seguridad, gobernación, INTI, Fiscalía) como extensiones de sí mismos. Del otro lado hay una apuesta productiva agrícola, que incluye formas comuneras junto a decenas de pequeños productores que trabajan en las faldas del cerro para producir alimentos (en momentos en los que el bloqueo de EEUU amenaza con generar una hambruna en el país); así como una diversidad de actores que defienden su cerro, liderados por movimientos del chavismo de base y popular, que han aprendido en 20 años de Revolución Bolivariana a movilizarse para la defensa y exigibilidad de sus derechos. Es un pueblo que sabe que “… El capitalismo es un modelo que destroza la vida” (Hugo Chávez) y que no duda en plantar cara a quienes hablando en nombre de la Revolución se convierten en meros instrumentos del Capital.

  1. Violación del derecho a la tierra, del derecho a la integridad personal y a la libertad de la población campesina

“»Hay que poner orden a la propiedad de la tierra, tierra para los campesinos, para el que la trabaje» (Hugo Chávez)

Existen denuncias que señalan a Jorge Alberto Rodríguez Morón (C.I. 7.358.624), operador local de la alianza Estado-Capital, como responsable de violencia contra los campesinos de las zonas aledañas al cerro. Ejercida tanto de manera directa como en alianza con cuerpos de seguridad y el INTI.  El objetivo sería desalojar a los campesinos de las faldas del cerro para garantizar protección a la explotación. Según cuentan voceros del “Comité Pro Defensa del parque Municipal Cerro La Vieja”, el INTI revirtió al menos un título de tierras; el CONAS de la GNB, sembró armas y abrió procesos penales contra un grupo de campesinos que se oponen a la explotación (que estuvieron arbitrariamente detenidos y actualmente están bajo régimen de presentación) y el propio Rodríguez amenazó directamente junto a hombres armados a varios productores, mientras que a otros ofrecía comprarle las tierras. Las denuncias de estos hechos han sido presentadas a las instituciones, sin haber obtenido justicia. Se trata, claramente, de una lógica de despojo y criminalización de sectores populares, que revierte avances de la Revolución Bolivariana.

  1. Movilización popular y alianza amplia para la reinvención del campo popular

Este caso es apenas uno de los 17 proyectos que la Gobernación pretende desarrollar en el Municipio y uno de los 130 que pretende desarrollar en el estado[9]. El eslogan con el que acompaña el Plan es: “Un Plan de Desarrollo Estratégico Productivo Post-rentista”. Es difícil comprender como puede presentarse la apuesta minera como “postrentista”, pero fácil evidenciar que la alianza Estado-Capital Privado está atentando contra los derechos humanos de la población del Municipio Simón Planas.

Una alianza amplia se conformó dentro del Municipio para enfrentar este nuevo intento de explotación. Rápidamente se fueron movilizando otros sectores del estado y del país para acompañarla y apoyarla. Y es que la lucha digna que impulsan los pobladores de Simón Planas se emparenta con los diagnósticos, sentimientos y líneas de acción de militantes populares de todo el país: hay que desvelar las alianzas entre el Estado y el Capital; hay que denunciar a quienes tienen la indignidad de hablar en nombre del pueblo y actuar en función de sus propios interese; hay que interpelar el cortoplacismo e inviabilidad de la lógica rentista. Y hay que hacerlo desde la experiencia vivida en estos años, de una alianza entre el Estado y el Poder Popular; desde el protagonismo popular que nos ha garantizado tantos logros en materia de inclusión, justicia social y disfrute de derechos y; desde un modelo de producción comunalizado que ahí en donde es fuerte, ha demostrado eficacia a la hora de garantizar dignamente la vida material y espiritual de la población.

Esta lucha es, a un tiempo, enormemente importante en lo local y en lo nacional. Permite potenciar debates estratégicos que apunten a la reinvención y fortalecimiento del campo popular, a través del recurso que más logros nos ha dado: la movilización por nuestros derechos.

 

Fuente:http://www.ecopoliticavenezuela.org/2019/05/26/mineria-cerro-la-vieja-capital-los-derechos-humanos-del-pueblo-simon-planas/?fbclid=IwAR26fyKoqgoO1LIpF2qBz4XTD5tsQzBB5fjKKBNT78hFmRK6TAY1aBH7AeE

Perú

“Cerro de Pasco, el agua que no llega” por Pavel Aguilar Dueñas

El Perú es uno de los 20 países más ricos en agua dulce del mundo y al mismo tiempo el tercer país con mayor vulnerabilidad frente al cambio climático. Se expresa, entonces, las dos caras de uno de los principales retos del gobierno frente al bicentenario, en lo referente a  garantizar el pleno acceso al agua a nivel nacional en 2021.

Una meta realmente ambiciosa considerando la discutible actuación del Estado en los no pocos conflictos socioambientales relacionados con el uso de las fuentes primarias de agua, entre los que destacan los proyectos de Tía María y Conga.

No obstante, el Estado peruano ha venido impulsando durante las últimas décadas un conjunto de reformas institucionales orientadas a garantizar tanto la provisión de los servicios de agua potable, como la sostenibilidad de los sistemas de operación y mantenimiento, especialmente en las regiones con menores índices de desarrollo. En esta línea ha adoptado enfoques como el de la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se supone debieran traducir   una nueva institucionalidad hídrica que corresponde desarrollen organismos como la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y la Organización Técnica de la Administración de Servicios de Saneamiento (OTASS).

Pero lo cierto es que la provisión efectiva de los servicios básicos de agua y saneamiento  desborda esta nueva institucionalidad ya que depende en gran medida de una compleja red de actores, y de problemas tales como la infraestructura de transporte, la calidad de la burocracia, las actividades productivas circundantes a las cuencas, la intervención de los Gobiernos Regionales y el ciclo de vida de los proyectos de inversión pública. Las condiciones mencionadas, a pesar de las reformas institucionales en curso, aun inciden en el persistente déficit de cobertura de agua apta para al consumo humano.

La ciudad de Pasco es una singular muestra de ello, ya que por su historia extractiva múltiples actores e intereses han disputado a través de los años temas  como la visión del desarrollo, la gestión de riesgos y la creación del valor público. En efecto, la ciudad se fue produciendo no solo como extensión del enclave, sino además como resultado de las grandes brechas entre la urbe predominantemente industrial y las periferias rurales. Estas brechas, al fin, determinaron a través de disputas sobre la propiedad y el ejercicio de la violencia asuntos cruciales como la distribución del agua, las condiciones laborales y el derecho a la ciudad.

Y es que Pasco a lo largo de su historia y a pesar de sus momentos de bonanza ha mantenido la constante problemática de no contar con un sistema adecuado de provisión de agua como condición básica de salubridad.[1] De manera que, a través del desecado de lagunas y la expulsión de humos tóxicos ha constituido y hasta naturalizado un paisaje en donde está en juego  y en condiciones extremas, la salud de sus habitantes.

Sobre la provisión del agua, diversos informes han reportado que existe contaminación grave del recurso hídrico. El mismo sistema de provisión es un factor de riesgo ya que fue diseñado para el suministro del campamento minero y no para el abastecimiento de la ciudad, pues en él se hallaron cantidades considerables de minerales que superan los estándares aceptados.

De manera que, desde 2007 un conjunto de actores institucionales como los gobiernos subnacionales y la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS), plantearon la necesidad de un proyecto de agua potable. Como resultado de estas gestiones en 2008 se declaró su viabilidad pero, ante un presupuesto austero y frente a las escasas capacidades locales, el proyecto fue relegado hasta 2014, cuando es asumido por el Gobierno Regional y financiado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. En la ficha técnica que se diseña se señala que el agua proveniente de la laguna Acucocha será potabilizada y luego suministrada a los distritos de la ciudad.

Cabe agregar que este impulso por ejecutar el proyecto guardó una estrecha relación con las declaratorias de emergencia ambiental por parte del Ministerio de Salud en la provincia y región de Simón Bolívar. Desde 2012 se habían hecho llegar las denuncias de contaminación por la presencia de metales pesados en la sangre de su población vulnerable.

Las obras fueron iniciadas por el Consorcio Pasco en 2015, sin embargo, la intervención errática de la unidad ejecutora, sobre todo, en los territorios de las comunidades campesinas, ocasionaron las constantes paralizaciones que terminarían por interrumpir las labores por casi dos años.

Y es que, el tan ansiado proyecto generó percepciones contrapuestas en las mencionadas comunidades ya que sus inmediaciones estaban siendo intervenidas sin su consentimiento y, peor aún, sin que ellas resulten beneficiadas.

Correspondería a la nueva gestión del Gobierno Regional lidiar con esta difícil situación, lo que efectivamente hizo a través de la firma de convenios con las cinco comunidades afectadas, contando además con el respaldo de la EPS. Sin embargo, lejos de mejorar el escenario, éste se agravó aún más pues la mayoría de los convenios incluían compromisos controversiales como la construcción de estadios, la electrificación de anexos, la contratación de “empresarios locales”, entre otros problemas.

De modo que a mediados de 2017 el Gobierno Regional asume la administración directa del proyecto y entra en escena el Programa Nacional de Saneamiento Rural (PNSR) l destinado a la elaboración y ejecución de obras para la dotación del agua en las comunidades afectadas. Se configura de esta forma un escenario de colaboración heterogéneo e inestable agravado, además, por condiciones geográficas complejas.

Lo que sigue, es la fragmentación institucional debido a que la lentitud en las obras, así como en los convenios, produjeron una serie de conflictos en los diferentes frentes de trabajo retrasando aún más las labores. Y es que el pliego presupuestal para los convenios requirió de prácticas grises en materia de gestión pública.

Pese a todo, el 7 diciembre de 2018 se inauguró el componente 1 del proyecto correspondiente a la línea central de distribución. No obstante, solo unos días después el flujo se detuvo abruptamente provocando la sorpresa y la indignación colectiva. La prensa informó que solo fue un leve problema técnico, pero con el pasar de los días el problema adquirió proporciones mayores.

Las hipótesis fueron varias: sabotaje, fallas técnicas, estudios de pre factibilidad mal formulados, entre otras. Lo cierto es que los actores políticos involucrados se encuentran afrontando denuncias por corrupción y crimen organizado, y mientras tanto Pasco se sigue muriendo lentamente de sed.

 

Fuente:https://iep.org.pe/noticias/cerro-de-pasco-el-agua-que-no-llega-por-pavel-aguilar-duenas/?fbclid=IwAR052KNiG5EfXYDBTsUoRDV56wwkhS_zvANbfFRNCBPW9gj4ltjb3vRLsmQ

Perú

Cotabambas: inicia paro preventivo contra minera en Haquira

Este miércoles 7 de noviembre, las comunidades del distrito de Haquira, provincia de Cotabambas (Apurímac) iniciaron un paro preventivo contra la minera Anabi SAC por el retiro de la planta de lixivación y la unidad minera Utunsa. Las comunidades residentes del distrito denuncian la presencia de contaminación en el agua a raíz de la construcción de la planta en la cabecera del afluente local.

Alrededor del mediodía, entre 800 y 900 personas se movilizaron contra la unidad minera Utunsa. Las comunidades del distrito, la Federación Campesina y el Sindicato de Construcción del distrito, convocaron a un paro preventivo de 48 horas en las inmediaciones de la unidad minera. Los manifestantes advierten que la medida preventiva podría derivar en protestas radicales y extenderse a otros distritos de la provincia de no atenderse las demandas sobre contaminación que han presentado.

Al respecto en 2018, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ordenó el retiro inmediato de la planta tras identificar un peligro inminente de contaminación y a la vida. Esta medida quedó sin efecto en una resolución posterior. Sin embargo, pese a los descargos y compromisos de la empresa, las comunidades evidencian la presencia de contaminantes en el agua de consumo humano y exigen el retiro definitivo de la planta de la zona.

 

Fuente:http://conflictosmineros.org.pe/2019/11/07/cotabambas-inicia-paro-preventivo-contra-minera-en-haquira/?fbclid=IwAR1eQdbUw278KZVaYUrRepLWc7JX1Wisa7qQVn0l_msrtUXqFOJh1sBwylw

Perú

Quellaveco: Minem insiste en diálogo, agricultores hablan de huelga

Pese a la invocación al diálogo del Gobierno, agricultores del sector de Tumilaca, en Moquegua, sostienen su posición sobre el proyecto Quellaveco: no quieren que se realice.

Ayer, un comité técnico liderado por el ingeniero Jhon Zeballos, representante de la oficina de Gestión Social del Ministerio de Energía y Minas (Minem), llegó a la ciudad de Moquegua con el objetivo de instalar una mesa de diálogo, la cual tenía por finalidad “solucionar la problemática socio-ambiental entre la población y la mina”.

Sin embargo, los agricultores de Tumilaca, sector que se ubica a dos horas del proyecto minero y que se oponen, no asistieron.

Un día antes, los representantes del Frente Unitario Regional por la Defensa del Agua y la Vida, Miguel Vizcarra y Juan Madueño, indicaron que no quieren más diálogo «sino la cancelación del proyecto», operado por Anglo American.

«Quien ha incumplido es el Gobierno. No nos han entregado toda la documentación (del proyecto), falta el informe de la Oficina de las Naciones Unidas para el Servicio de Proyectos (UNOPS) sobre el tajo de mina. Además, la empresa ha solicitado autorización para hacer estudios de agua subterránea ante la Autoridad Nacional del Agua (ANA), pero no nos han entregado el informe ni han solicitado opinión a la Junta de Usuarios de Riego», señalan.

Buscan clima de paz

«Nosotros podemos garantizar que no contaminamos. Quellaveco es un proyecto de clase mundial», asegura Claudia Vivanco, gerenta de comunicación corporativa de Anglo American.

Desde la empresa esperan que la población y el Estado logren el diálogo ante el anuncio de huelga para el 5 de noviembre, aunque precisan que ello no afectaría la continuidad de la construcción de la mina que tiene un avance del 30%.

Consultada por este medio sobre la inquietud de la población, Vivanco indicó que se ha solicitado autorización a la ANA para el uso de agua que aflore del río Tumilaca, pero no para perforar pozos. «Está prohibido el uso de aguas frescas, a menos que sea del Titire o de un saldo de la presa Vizcachas», anota.

Cabe indicar que la mina en su fase de operación necesitaría 22 millones de metros cúbicos de agua: 18 millones provendrían del Titire y 4 millones de la presa. El resto que pudieran necesitar saldría de un sistema de «recirculación» de agua.

Nuevo diálogo

Tras la fallida instalación de una mesa de diálogo, representantes del Minem y de la Presidencia del Consejo de Ministros volvieron a citar a los agricultores a una reunión para el miércoles 6 de noviembre. Por el momento han descartado llegar hasta la zona que se opone al proyecto. Sin embargo, señalan que el «Gobierno busca ser transparente y quieren resolver todas las inquietudes».

“Toda la información técnica ya fue transmitida, pero estamos aquí para hacerla pública”, indicó Zeballos. Los agricultores junto con otras organizaciones civiles confirmaron que la medida de fuerza se mantiene y empezará este martes, y duraría ocho días. Reclaman que se investiguen las multas que tendría la minera ante la ANA y el OEFA.

Datos

  • Inversión. Proyecto minero está estimado en US$ 5.300 millones. Su periodo de explotación sería de 30 años.
  • Historia. 25 años tiene Anglo American en Moquegua. Tres veces modificaron el Estudio de Impacto Ambiental.

Fuente:https://larepublica.pe/economia/2019/11/01/quellaveco-minem-insiste-en-dialogo-agricultores-hablan-de-huelga/