La comunidad se organiza ante diversas amenazas que hoy ponen en peligro los recursos hídricos de la zona y el bienestar de sus habitantes, denunciando que, de instalarse un eventual proyecto de la gran minería «significará la muerte para Putaendo».
Desde hace casi una década, los vecinos de Putaendo comenzaron a organizarse con la intención de defender sus recursos y proteger el territorio de la amenaza extractivista que se ha impuesto a diversas comunidades de Chile.
En la disputa, la Asamblea Popular de Putaendo ha liderado el proceso de resistencia en contra de la mega-minera Andes Copper, de capitales canadienses, además de la apropiación indebida del agua por parte de latifundistas de la zona.