Los pueblos del istmo reafirman su total rechazo a la explotación de los bienes naturales que intentan realizar mineras trasnacionales bajo el consentimiento del gobierno federal que se otorgo en el año 2012 (enero a junio se otorgaron 1,343 nuevos títulos de concesión minera) en el periodo de Felipe Calderón Hinojosa.
Las agrupaciones en el istmo, reciben asesoría directa de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), porque aseguran que se prevé una terrible devastación ecológica y del medio ambiente de 30 mil hectáreas de superficie que abarca los municipios de San Miguel Chimalapa hasta Zanatepec.
En la expropiación de yacimientos a través de las minas, los ríos y arroyos serían los más afectados por los residuos y sustancias con la cual se realiza la sustracción de minerales.