Tal y como se adelantó hace unos días durante la presentación del último informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, el próximo año se vislumbra como el más convulso de toda la era Humala. Ya con nuevas autoridades electas, distintas localidades del interior del país se sentirían lo suficientemente empoderadas como para emprender nuevas protestas.
Según el experto en temas de minería Miguel Santillana, uno de los principales focos antimineros se situaría esta vez en Arequipa, específicamente en la provincia de Islay, donde se ubica el proyecto Tía María. Solo en esta última semana se produjo un paro de 48 horas en oposición a la actividad minera en la zona.
Precisamente dicha marcha fue acompañada por el electo alcalde de la provincia, Richard Ale Cruz, exburgomaestre del distrito de Dean Valdivia y uno de los líderes de la protesta contra el proyecto en la zona.
Otros dos conocidos dirigentes antimineros, Jaime de la Cruz Gallegos y Helar Valencia Juárez, se alzaron también como ganadores en el mencionado distrito y en Cocachacra, ambos en la zona de influencia del proyecto. Cabe destacar que estas nuevas autoridades postularon por movimientos aliados a Tierra y Libertad (TyL), del exsacerdote Marco Arana, recordado por el conflicto en torno al proyecto minero Conga (Cajamarca).
Santillana advirtió también de una próxima crisis alrededor del proyecto Las Bambas (Apurímac), dada la presencia de alrededor de 30 mil mineros informales en la zona. Según indicó hace un tiempo el propio ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, estos operan incluso a tajo abierto en el mencionado yacimiento de cobre, por lo que evitarían a toda costa ser retirados.
También en la región Cusco podrían surgir nuevos focos de conflicto. Como refiere el exviceministro del Ambiente José De Echave, subdirector de la ONG CooperAcción, hace cerca de un mes se ha reavivado en Chumbivilcas la controversia entre la minera Hudbay y la comunidad campesina de Uchucarco, tanto que la Presidencia del Consejo de Ministros debió acudir nuevamente con una mesa de diálogo.
«En los últimos dos años los conflictos habían bajado. Tuvimos un pico en el año 2012, luego bajaron y este año llegamos a 201 conflictos de casi 300 que había. (Pero) en los últimos dos meses ha habido un incremento tras el último proceso electoral, y ahora vemos nuevamente conflictos como los de Chumbivilcas o Tía María», dijo De Echave a EXPRESO.
El 2015 será un año preelectoral, por lo que cabe preguntarse qué influencia tendría ello en materia de conflictos mineros. Al respecto, el viceministro sostiene que estos reclamos son canalizados de manera distinta cuando se trata de un proceso de elecciones generales, pues hay la expectativa de que estos temas sean discutidos en un ámbito nacional, también por la falta de atención que ha dado el presente Gobierno al tema ambiental.
«No hay que olvidarnos que en el último proceso de elecciones generales (2011) hubo varios conflictos. El conflicto de Puno fue meses antes de que acabe el gobierno del señor Alan García. Se dio también el conflicto alrededor de Tía María (los hechos de violencia dejaron tres muertos); entonces fue un periodo de mucha conflictividad», sostuvo el hoy subdirector de CooperAcción.
Conflictos por informales e ilegales
El exviceministro De Echave advierte también que este 2015 se agudizarán también aquellas manifestaciones en torno a la minería informal e ilegal, y no solo en enclaves tradicionales como Madre de Dios.
De acuerdo con el experto, existen zonas en el sur medio como Nasca (Ica) y Caravelí (Arequipa) y otras más en la Amazonía peruana en las que este fenómeno ha tenido cabida, lo que ha producido fuerzas de choque con las comunidades que ven sus ecosistemas afectados por este flagelo. «Ello, sumado a lo que ocurre con la gran minería, va a generar que el próximo año sea bastante más activo en cuanto a conflictos», señaló.
Miguel Santillana, investigador principal del Instituto del Perú de la Universidad San Martín de Porres, advirtió además que en Madre de Dios ha resultado electo presidente regional Luis Otsuka, dirigente de los mineros informales e ilegales, por lo que se prevé que genere una importante plataforma para sus reclamos. «Como se sabe, el tema de minería artesanal y pequeña minería es una responsabilidad del gobierno regional», recordó.