Por Alfonso Guillén Vicente*
con la colaboración de María Ivette Aragón Armenta
Al igual que en otras entidades del país, la minería a cielo abierto para la explotación del oro toca a las puertas de la media península. Hasta el momento de escribir estas líneas no ha podido entrar en la vida de los sudcalifornianos, gracias a la resistencia de amplios sectores sociales; pero también por su inevitable choque contra importantes sectores económicos que hoy manejan el timón de la nave calisureña y por su real amenaza a un recurso vital y escaso en la región: el agua.