Un juez ha suspendido todas las actividades de empresas mineras el lunes recién pasado en cerca de 50.000 hectáreas de tierras indígenas en el noroeste de Colombia, informaron medios locales.
En una acción «sin precedentes», el fallo resolvió que todas las actividades mineras y de exploración de 49.421 hectáreas de territorios pertenecientes a comunidades indígenas del pueblo Embera Katío han sido suspendidas durante un plazo de seis meses debido a la falta de consulta y proteger a las comunidades, según el periódico El Tiempo.