Amigos y amigas:
Las aguas de todo el país están en peligro. Si no hacemos algo para impedirlo, las actividades extractivas, principalmente la minería y las represas arrasarán nuestros páramos, cuencas abastecedoras de agua, zonas de recarga de acuíferos y los territorios estratégicos para el ciclo hídrico, todo lo cual representa una amenaza directa para el bienestar de los colombianos y las colombianas.