La gente del Catatumbo ha escrito una historia de amor, vida y resistencia; sin embargo, tanto el despojo, como la invisibilización sufridas a manos del Estado, representan otra afrenta al apego campesino a la tierra y a los procesos de conservación ambiental que éste estrecho vínculo con el territorio implica.
Es así como a pesar de que la comunidad ha señalado la Zona de Reserva Campesina (ZRC) como un camino hacia el reconocimiento de sus derechos como campesinado; la declaratoria de gran parte de la región como Área Especial de Reserva Minera, constituye otro ejemplo de lo que la ANZORC denunció como el “doble discurso” institucional del Estado en el tema de las ZRC.