El metal, que se utiliza para las baterías de celulares, notebooks y otros dispositivos, sirve para la elaboración de vidrios y lubricantes, entre otros. El país es rico en reservas.
La Argentina vive en estos momentos una verdadera fiebre de litio. Es que en el año, las inversiones anunciadas para producir el metal que nutre las baterías de los dispositivos electrónicos más usados rondan los $ 4.000 millones.