Chile está infectado del virus holandés. La economía y la sociedad están enfermas de gravedad. Lo peor es que no se dan ni cuenta. Durante décadas, las inversiones no se han dirigido a contratar mano de obra para crear valor, produciendo bienes y servicios competitivos. El grueso ha llegado a extraer y exportar tesoros, que pueden alcanzar a veces altos precios, pero tienen muy poco valor agregado. Su precio es casi pura renta, es decir, excedente por encima de su costo de producción. Si el mercado se contrae, la renta se esfuma y la economía se reduce a sus verdaderas dimensiones, que es el valor agregado por el trabajo en la producción interna de bienes y servicios.
La minería ha absorbido un tercio de las inversiones extranjeras de cuatro décadas y solo ocupa al 1,5% de los asalariados. Absorbió un 56 por ciento de las inversiones record llegadas en 2012. Los proyectos mineros representan más de la mitad de los programados para los próximos cinco años y solo darán empleo estable adicional a un 0,8% de los asalariados.