Una masa de 15 milllones de metros cúbicos de desechos mineros concentrados en una presa de 20 hectáreas, se ha convertido para los pobladores de El Fraile en un problema de contaminación ambiental desde hace 75 años. El banco de jales ha contribuido para que la filtración de los lixiviados, metales pesados y drenaje ácido en temporada de lluvias, contamine el río Cacalotenango y provoque que no exista vida acuática.
Los pobladores y los mineros de la sección 17 del sindicato del ramo, han estado insistiendo ante autoridades del gobierno estatal y federal para remediar la problemática ambiental, obligando a la empresa Grupo México (GM), dueña del predio, a comenzar acciones para resarcir los daños.
La presa de El Fraile, que tiene una altura de aproximadamente 60 metros, concentra en gran medida zinc y hierro, así como porciones de otro tipo de metales pesados como plomo, arsénico y acidez mineral.
Este banco, desde que se construyó para el depósito de los desechos mineros, ha quedado inmóvil y la volatilidad del material en el medio ambiente ha ocasionado enfermedades a los pobladores, a la flora y la fauna, como lo han expuesto resultados de un análisis de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y de otras instituciones educativas.
Durante años, las autoridades de gobierno municipal, ONG, agrupaciones sociales, activistas y pobladores han insistido en que sean retirados los jales, sin embargo, leyes mineras no permiten que sean reubicados, sino sólo aplicar estrategias ambientales que eviten mayores filtraciones.
Para el asesor de GM, Francisco Martín Romero, del Instituto de Geología de la UNAM, el saneamiento de esa presa es la elaboración de trabajos que se ejecutan para la estabilidad física de las presas de jales, el control de las filtraciones, erosión hídrica, erosión eólica e impedir la dispersión en el ambiente de drenaje ácido, lixiviados y escurrimientos, así como la reintegración al paisaje.
La presa se puede observar desde cualquier punto del municipio, por su coloración amarillo óxido y por su enorme cantidad de desechos mineros. Se ha comenzado con el plan piloto de hidrosiembra con semillas de la región para cubrir el jal con una malla de yute.
El docente, informó que la construcción de bermas (veredas) en las presas que lo requieran, consiste en el corte de jal para formación con un talud 1:1, dejando una base de 5 metros de ancho para la circulación de cualquier vehículo.
También el recubrimiento del vaso de la presa y el relleno a volteo y tendido de tierra vegetal en las mesetas y en taludes para confinarla y facilitar el crecimiento de vegetación silvestre.